El gigante del streaming está probando su nueva política en Costa Rica, Chile y Perú, pero está teniendo algunos inconvenientes para hacerla efectiva entre sus clientes.
El gigante del streaming es consciente de que el 35% de los millennials comparte las contraseñas de sus servicios, pero además reconoce que esto es un grave daño para su ecosistema de negocios. Un problema que se ha estado intentando solucionar en algunos territorios, como Costa Rica, Chile y Perú con el cobro adicional por compartir una cuenta con otras personas, pero, los resultados no parecen ser los esperados.
De acuerdo con los términos de esta prueba, a los suscriptores se les cobra una tarifa mensual, el equivalente de US$ 2 a US$ 3 en la moneda local de cada país, para agregar una cuenta de miembro adicional para alguien que vive «fuera del hogar».
Pero la definición de «hogar» para Netflix es «exclusivamente personas con las que vive un suscriptor» y no la familia inmediata de un suscriptor.
Los consumidores están confundidos
De acuerdo con Rest Of World, «más de una docena» de suscriptores de Netflix en Perú expresaron que no entienden o se sienten confundidos acerca de los términos y condiciones de la nueva política, misma que ni siquiera está siendo aplicada en su totalidad.
Un portavoz de Netflix dijo al medio anglosajón Insider que tomaría medidas adicionales para notificar a los usuarios sobre su definición de hogar.
«Los millones de miembros que comparten activamente una cuenta en estos países han sido notificados por correo electrónico, pero dada la importancia de este cambio, estamos aumentando las notificaciones en el producto más lentamente. Estamos satisfechos con la respuesta hasta la fecha», dijo el vocero.
Sin embargo, Rest Of World informó que un representante de servicio al cliente de Netflix dijo que si un cliente llamaba y presentaba su queja, se les debe dar un código de verificación especial que les permite usar su cuenta en múltiples ubicaciones.
Por tal motivo, parece que incluso Netflix no está tan particularmente preocupado por apegarse a su nueva política, como en otrora.