Mucho antes de que existieran las redes sociales o las agencias de publicidad, las mujeres del antiguo Egipto ya sabían cómo usar la imagen y el relato a su favor.
Mucho antes de que existieran las redes sociales o las agencias de publicidad, las mujeres del antiguo Egipto ya sabían cómo usar la imagen y el relato a su favor. Así lo demuestra la historia de SobekNeferu, considerada la primera reina-faraona del país africano, quien recurrió a una inteligente estrategia simbólica para legitimarse como gobernante.
Según el divulgador histórico Rubén Villalobos, SobekNeferu divinizó a su padre, el faraón Amenemhat III, para reforzar su derecho al trono. Mandó construir templos en su honor, impulsó su culto y financió sacerdotes que lo adoraban como una deidad. Su mensaje era claro: si era hija de un dios, su lugar como faraona estaba más que justificado.
La estrategia funcionó. Nadie podía oponerse a una heredera de linaje divino, y SobekNeferu gobernó Egipto durante cuatro años. Su historia ha sido destacada en el programa «SER Historia», donde también se habló de otras faraonas como Hatshepsut, quien usó un relato similar: el dios Amón había tomado el cuerpo de su padre para concebirla.
Ambas reinas emplearon herramientas políticas, religiosas y narrativas para consolidar su poder. Lo que hoy podríamos llamar marketing político ya existía hace más de tres mil años. La imagen lo era todo, incluso entonces.
Sus acciones no solo marcaron sus respectivos reinados, sino que abrieron el camino para otras figuras legendarias como Nefertiti y Cleopatra. Desde SobekNeferu hasta el final del Egipto faraónico, estas mujeres demostraron que el poder también se escribe y se comunica desde el relato.
Fuente: Cadenaser