Mes del orgullo
Tras confirmarse la noticia de que Irlanda y Gran Bretaña se apartaron de este escenario, un país latinoamericano podría acoger este evento capaz de facturar más de US$ 3 mil millones.
Ser sede de un evento deportivo de talla mundial trae grandes beneficios para el país anfitrión, un ejemplo de esto es la F1 que en 14 años le ha dado beneficios económicos a Singapur por encima de los US$ 1.500 millones. O incluso el mundial de fútbol, el cual se espera le permita recaudar a Qatar este 2022 más de US$ 3 mil millones.
A pesar de estas cifras millonarias, tanto Reino Unido como Irlanda, quienes se perfilaban como los candidatos más firmes para el mundial del 2030 han rechazado ser anfitriones, así lo señalaron a través de un comunicado oficial.
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“Albergar una Eurocopa de la UEFA ofrece un rendimiento similar al de un Mundial para las inversiones. El torneo europeo acarrea un coste mucho menor y el potencial de que los beneficios se alcancen antes» afirmaron las federaciones.
Para la organización de la Copa del Mundo 2030 ya se han postulado Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile para convertirse en sede conjunta de ese campeonato.
En el 2030 se cumplirá el centenario del primer campeonato mundial de selecciones, jugado en Uruguay en 1930. También está la posibilidad ibérica entre España y Portugal.
