La Conmebol cambió la sede del torneo apenas 12 días antes de su inicio. Te contamos en esta nota qué obras y estadios quedaron listos y defraudados.
Como novio abandonado al pie del altar quedaron los estadios renovados y las obras realizadas en Argentina a propósito de la Copa América 2021 que hasta hace pocos días tendría como sede al país rioplatense.
La decisión intempestiva de la Conmebol tuvo que ver con la álgida situación sanitaria de Argentina. Brasil será ahora el país que a toda máquina debe ponerse a tono con el evento que comienza la próxima semana.
Si bien, aunque no se realice el torneo, la inversión hecha por el país les deja activos y ganancias porque le lega a su población instalaciones deportivas renovadas, evidentemente el cambio fue una noticia devastadora para autoridades y fanáticos.
Hablando de lo concreto, todos los estadios que recibirían partidos ya estaban a punto. Entre ellos el Mario Alberto Kempes (Córdoba), el Malvinas Argentinas (Mendoza) y el Único Madre de Ciudades (Santiago del Estero).
En cuanto al Kempes, allí se rediseñaron los vestuarios desde lo estructural hasta lo estético para la comodidad de los jugadores. También se trabajó a fondo la plomería y se instaló un nuevo sistema sanitario con duchas nuevas. Igualmente se remodelaron las cabinas de radio y televisión, se colocaron nuevos pisos, cambiaron el cielo raso y se pusieron espejos en el interior del estadio. Adicionalmente, se cambió el sistema de iluminación que pasó a ser totalmente de LED.
En Mendoza, por su parte, se instalaron cañerías de riego por aspersión y se cambiaron 7.000 butacas. Según el comunicado emitido por el gobierno de Mendoza, solo por las obras en este campo de juego se llevó a cabo una inversión de 5,2 millones de pesos, unos 50 mil dólares, aunque luego hubo varias contradicciones con respecto a la suma y otras autoridades anunciaron montos mucho mayores.
Finalmente, el estadio Único Madre de Ciudades fue construido especialmente para la Copa. En febrero de este año se informó que la inversión total fue de 1.500 millones de pesos argentinos, es decir, más de 32 millones de dólares. La obra duró dos años. Aunque ya no se usará para este fin, la ciudad queda con un estadio de primer nivel para sus ciudadanos y futuros eventos.