Mientras que las ventas de la compañía presentaron una reducción drástica en noviembre en Suecia (59%) y Francia (58%), dicho país nórdico casi triplicó sus cifras.
El pulso entre Tesla y los crecientes fabricantes chinos, como BYD, NIO, Xpeng, Geely, MG o SAIC, está reconfigurando el panorama de la movilidad eléctrica en Europa, donde la ventaja se inclina cada vez más hacia estas marcas por su propuesta más económica. Esto se ve reflejado en las ventas del último mes, en las que la compañía de Elon Musk presentó una caída generalizada en dicho continente.
Los datos indican una reducción drástica con descensos del 59% en Suecia, 58% en Francia y 49% en Dinamarca. No obstante, existe una gran excepción y es el caso de Noruega, donde casi se triplicaron en noviembre.

El curioso caso de Noruega
A nivel acumulado anual, Noruega tiene un incremento del 34,6% en las ventas de enero a noviembre de 2025, contraria a la tendencia regional a la baja. Asimismo, Tesla posee el 31.2% de todo el mercado automovilístico del país, superando récords históricos, y la cuota de vehículos eléctricos alcanza el 97.6% de las nuevas matriculaciones, lo que vuelve al país un caso atípico.
¿Cómo se explica esto? Con los incentivos fiscales del gobierno noruego, cuya relevancia se sustenta en décadas de estímulos, como la exención del IVA del 25% para coches eléctricos con precios inferiores a 500.000 coronas noruegas (42.500 euros aproximadamente).
Ello hizo que los modelos eléctricos sean significativamente más baratos que los vehículos convencionales. Adicionalmente, ha habido un efecto de acaparamiento, luego de que Noruega anuncie el fin anticipado del beneficio fiscal, con una reducción del incentivo en 2026 y su eliminación total en 2027. Como consecuencia, impulsó a los consumidores a adquirir vehículos Tesla para aprovechar la exención del IVA hasta que esté vigente.










