La campaña fue trabajada por Mercado McCann para TyC Sports en el contexto de la final de la Copa Argentina entre Independiente Rivadavia y Argentinos Juniors. Mercado Negro entrevistó a Cristian Tarzi, director general creativo de la agencia, para conocer detalles del proceso creativo detrás de la publicidad.
Bien dijo alguna vez el gran Carlos Bilardo: “Ser el primero no es lo importante, es lo único. Nadie se acuerda del segundo”. Y es que, en una final, el equipo que celebra es el que termina pasando a la historia. Estos, a menudo, lo hacen con camisetas alegóricas al triunfo, pero qué pasa con la otra escuadra, la que estampó la indumentaria y no pudo usarla.
Ese insight es explorado en la campaña “La impresora del lunes”, trabajada por Mercado McCann para TyC Sports en el contexto de la final de la Copa Argentina entre Independiente Rivadavia y Argentinos Juniors.

El noble arte de perder
La pieza publicitaria cuenta con un potente storytelling que relata todo lo que demanda el noble arte de perder y cómo, a veces, es mejor que esas prendas mandadas a hacer por encargo no vean la luz, porque serían motivo de burla del club rival. “En toda final, los equipos que la juegan tienen preparadas camisetas para celebrar. Las lucen inmediatamente después del pitido final. Pero la realidad es que solo el 50% de esas camisetas se usan… Entonces, ¿qué pasa con las que no?”, comenta Cristian Tarzi, director general creativo de Mercado McCann.
Asimismo, Tarzi explica la idea detrás de publicar la campaña ad portas de la final de Copa Argentina que se juega esta noche. “Es un torneo fantástico, lleno de historias de Cenicienta, donde todo puede pasar. Fase tras fase, se dan resultados sorprendentes y humillaciones de las que duran. ‘La impresora del lunes’ llega para que, al menos, de esas derrotas no queden rastros”, detalla.
“Por lo general, son ideas de alguien que quiso madrugar y al que Dios no lo ayudó. De alguno que imaginó un ‘last dance’ y se comió un baile de aquellos. De uno que fue a pérdida y perdió. Por eso hay que hacerlas desaparecer”, sentencia la publicidad. Para ello, la campaña presenta “La impresora del lunes”, la cual plantea realizar los estampados para las celebraciones de los campeones en tiempo real.
“Es una campaña pensada para mitigar un poco el dolor de la derrota. Para evitar la desazón de irse del vestuario con un bolso lleno de ilusiones que ya no van a concretarse. A partir de ‘La impresora del lunes’, por lo menos va a ser cierto que el perdedor se va con las manos vacías”, acota Tarzi.









