Mes del orgullo
Scopely, una desarrolladora propiedad de Savvy Games Group, anunció la adquisición del juego de video desarrollado por Niantic. La operación también incluye otros títulos conocidos como Pikmin Bloom y Monster Hunter Now.
El grupo saudí Savvy Games Group, a través de su desarrolladora Scopely, ha confirmado la adquisición del videojuego Pokémon Go por un valor de 3.5 mil millones de dólares. La operación incluye la compra de otros títulos de realidad aumentada (RA) de Niantic, así como sus aplicaciones sociales, en un movimiento que refuerza la creciente influencia de Arabia Saudita en la industria global de los videojuegos.
El acuerdo, que aún está sujeto a la aprobación regulatoria, marca un nuevo capítulo para Scopely, una empresa fundada en Los Ángeles y adquirida en 2023 por el Fondo de Inversión Pública Saudí (PIF). Con esta transacción, la compañía saudí suma a su portafolio juegos como Monster Hunter Now y Pikmin Bloom, además de las plataformas Campfire y Wayfarer, utilizadas para la interacción social en Pokémon Go.
Según un comunicado de Scopely, la empresa absorberá «todo el equipo de Niantic», lo que sugiere una transición fluida en el desarrollo y mantenimiento de los títulos adquiridos. Sin embargo, Niantic Labs conservará algunos de sus proyectos, como Peridot e Ingress, mientras continúa con el desarrollo de su división Niantic Spatial, enfocada en la creación de mapas 3D del mundo real.
A pesar de la popularidad inicial de Pokémon Go, que en su primer año alcanzó más de 500 millones de jugadores, su base de usuarios ha disminuido a cerca de 80 millones mensuales. Niantic ha enfrentado dificultades para replicar su éxito con otras franquicias, lo que la llevó a cancelar proyectos y despedir empleados en los últimos años.
El Fondo de Inversión Pública Saudí se ha consolidado como un actor clave en el sector de los videojuegos, con inversiones en gigantes como Nintendo, EA y Activision Blizzard. La compra de Pokémon Go refuerza su estrategia de expansión en el entretenimiento digital, alineándose con la ambiciosa visión de Arabia Saudita de diversificar su economía más allá del petróleo.
