Avon ejecutará un programa de acompañamiento terapéutico que asistirá la recuperación de mujeres víctimas de violencia en Lima Sur. En 2020, el INEI informó que el 54.8% de peruanas sufrió violencia por parte de su pareja o esposo.
La violencia es un problema social que interfiere en el desarrollo de la población. En el caso de las mujeres las cifras revelan un desalentador escenario en una sociedad que aspira a la igualdad. Según el INEI, en 2020 el 54.8% manifestó haber sufrido violencia por parte de su pareja o esposo. La compañía cosmética Avon narra sus acciones para acabar con el círculo de la violencia que enfrentan las mujeres.
El estudio Perú: Feminicidio y Violencia contra la Mujer 2015-2020 del Instituto Nacional de Estadística (INEI) señala que el 50.1% de las mujeres refirió haber sido víctima de violencia psicológica o verbal. El 27.1% dijo haber padecido maltratos físicos de parte de su pareja conyugal. En el marco del ‘Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer’ surge inquietud por los movimientos que combaten su erradicación.

“Desde que Avon ingresó a Perú, hace 40 años, viene trabajando con ese enfoque”, explica Juan Tamayo, gerente senior de Comunicaciones Comerciales de Avon Perú. La compañía trabaja bajo tres pilares. Generar consciencia sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama, contribuir a eliminar las violencias en contra de las mujeres y las niñas, y promover la equidad de género y el empoderamiento femenino.
El 83% de sus representantes independientes son mujeres. Así que la responsabilidad con este tema es parte de la esencia de Avon. “En Perú, hasta agosto de 2022, iban 105 646 casos de violencia hacia mujeres. En Lima 23 697 casos”, refiere Tamayo. Por la magnitud de esta incertidumbre, la compañía ha destinado más de 760 millones de dólares en acciones que combatan esta vulnerabilidad.
«Escuchándonos nos hacemos más fuertes»
Dentro de los proyectos que Avon ha instituido en su compromiso con las mujeres, se acaba de aliar con la organización feminista Manuela Ramos. «Escuchándonos nos hacemos más fuertes» es el resultado de esa unión. Su propósito es capacitar y entrenar a 60 mujeres en San Juan de Miraflores (Lima) para darle fin al ciclo de la violencia.

“Vamos a enseñarles cómo cortarlo. En doce semanas de apoyo terapéutico sembraremos esa semilla para que tengamos a 60 personitas como pilar de un apoyo comunitario”, detalla el ejecutivo. Mediante psicólogas jóvenes y un equipo interdisciplinario de Manuela Ramos, el programa formará promotoras de salud para expandir su propósito.
La medida también se propone sistematizar la información para ponerla al servicio del Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Salud. Y es que el trabajo es transversal. Si bien para beneficiarse del programa no hace falta tener una relación con la marca, se hizo pensando en sus representantes independientes.

“En su mayoría son madres de familia de niveles socioeconómicos medio bajos y bajos. Ahí es donde hemos concentrado nuestros esfuerzos y vemos que está nuestra mayor población (…) En esos espacios es donde existe mayor vulnerabilidad y necesidad de trabajo en este tema”, afirma Tamayo. En Latinoamérica también se han llevado a cabo programas como “Suma tu voz”, “Por mi, por ti, por los dos” y “Si no hay sí, es no”.
La creatividad no ha sido esquiva en este proceso. “Suma tu voz” se basó en un estudio de la Universidad de Manchester que descubrió que: “cuando una mujer tiene los labios pintados de rojo, recibe en promedio cinco segundos más de atención que con labios al natural». La iniciativa sensibilizó a más de 62 millones de personas para la prevención de la violencia de género.