La marca recupera el espíritu de sus anuncios históricos de los años 60 y lo combina con códigos contemporáneos con un primer spot creado por DDB Sídney.
Volkswagen sabe que la publicidad automotriz no se mide por caballos de fuerza y por eso decidió volver al origen: la simplicidad y el ingenio que convirtieron sus anuncios del Beetle en referentes de la industria. Desde Australia, la compañía presentó una nueva plataforma creativa de largo plazo que arranca con una pieza dedicada al Tayron, su SUV de siete plazas.
El spot, desarrollado por DDB Sídney y dirigido por Toby Pike (Finch), arranca con una escena que podría confundirse con una gráfica impresa de los años 60. A los segundos, la cámara se abre y revela que estamos en un set de rodaje, mientras un perro salchicha cruza el cuadro y permite dimensionar el largo del vehículo. Una narración en off concluye: “Dos asientos extra. Para lo que sea. O para quien sea”.
Volkswagen y su nueva campaña para el Tayron
La campaña busca algo más que vender un coche ya que pretende rescatar el ADN publicitario que Bill Bernbach instaló en la cultura popular hace seis décadas. “Estábamos aterrados ante la posibilidad de ser crucificados por tocar algo tan mítico”, confesó Tom Lawrence, director creativo de DDB Sídney. “Pero queríamos encontrar una forma fresca de hablar de producto sin perder esa elegancia e ironía que hacían únicos a los anuncios del Beetle”.

La dupla creativa también se enfrentó a un reto técnico. Samuel Raftl, socio creativo, explicó que cada fotograma debía funcionar tanto como cartel estático como pieza audiovisual. “El primer fotograma debía poder congelarse y leerse como un anuncio impreso clásico, y al mismo tiempo, servir de arranque narrativo para la película”.

El dachshund o perro salchicha, elegido para el spot no es casualidad. Su imagen se convirtió en un ícono recurrente en redes sociales y funciona como un elemento emocional que conecta con nuevas audiencias. “Ya hemos hecho el anuncio con un dachshund. Quizá lo próximo sea con gatitos Peterbald”, bromeó Raftl.