“Lamentamos profundamente la ofensa que ha causado el anuncio y de ahora en adelante analizaremos con detalle cómo presentamos nuestras campañas», indicó la marca a través de un comunicado.
H&M se ha convertido en el epicentro de una polémica en Australia tras la difusión de un anuncio en el que se le acusa de sexualizar a la infancia. La campaña, ya retirada, presenta a dos niñas vestidas con uniformes escolares con el slogan «Make those heads turn in H&M’s Back to School fashion» (Haz que se giren las cabezas con la moda de vuelta al cole de H&M).
La acusación de sexualización a la infancia a través de redes sociales logró que la marca se disculpara públicamente. La fundadora y directora ejecutiva de la red de padres y madres Mumsnet, Justine Roberts, ha sido una de las voces más vehementes en condenar la iniciativa, afirmando que el anuncio «no debería haber sido jamás creado en primer lugar».
En el mundo digital, el anuncio fue calificado como «vil», «horripilante» y «repugnante». Melinda Tankard Reist, escritora australiana, denunció enérgicamente en la red social X que «las niñas pequeñas no desean generalmente provocar que se giren las cabezas», destacando la importancia de permitir que los niños aprendan y se diviertan sin que su apariencia física atraiga atención no solicitada.
Tras el diluvio de críticas, que se concentraron principalmente en Australia donde el anuncio vio la luz, H&M emitió un comunicado expresando su arrepentimiento y anunció la retirada inmediata del anuncio. “Lamentamos profundamente la ofensa que ha causado el anuncio y de ahora en adelante analizaremos con detalle cómo presentamos nuestras campañas», aseguró.
@hm @hmaustralia what is your intention with this sponsored Facebook ad? Little schoolgirls generally don’t want to “turn heads”. The large numbers I engage with in schools want to be left alone to learn and have fun and not draw unwanted attention to their appearance 1/ pic.twitter.com/DDwv42GeNz
— Melinda TankardReist (@MelTankardReist) January 18, 2024
Roberts, por su parte, expresó su preocupación por la persistente sexualización de la infancia en la publicidad y recordó la campaña «Let Girls Be Girls», que se lanzó en 2010 e instaba a los retailers a comprometerse a no vender productos que explotaran la sexualidad de los niños. Roberts señaló con decepción que, pese a que han transcurrido más de 10 años, la industria continúa creando anuncios inapropiados que sexualizan de manera prematura a las niñas.
La polémica en torno a la sexualización de la infancia no es un caso aislado. El año pasado, la Advertising Standards Authority (ASA) en el Reino Unido prohibió un anuncio del retailer online Temu por la misma razón. La firma cosmética Rimmel London también estuvo bajo escrutinio en Australia recientemente por un anuncio relacionado con la vuelta al cole que alentaba a las niñas a aprovisionarse de maquillaje. Balenciaga, hace más de un año, tuvo que lidiar con acusaciones similares debido a una acción que presentaba a niños y niñas junto a osos de peluche decorados con elementos asociados a prácticas sadomasoquistas.
La sociedad exige un cambio en las prácticas de marketing que respete la inocencia y la integridad de la infancia, instando a las marcas a reconsiderar cuidadosamente sus estrategias de campaña para evitar perpetuar estereotipos y prácticas perjudiciales.