A propósito del 77.º aniversario de la histórica decisión de Costa Rica, Grupo Purdy presenta “Soldaditos de Paz”, una campaña que reemplaza a los clásicos juguetes bélicos por figuras que celebran el espíritu pacifista del país.
Costa Rica volvió a poner en valor una de las decisiones más trascendentes de su historia: la abolición del ejército en 1948. En un contexto global donde la estética militar sigue presente en la cultura popular, el país centroamericano reafirma su identidad pacifista con una iniciativa que abandona cualquier rastro de belicismo y apuesta por un mensaje más coherente con su realidad social.
Grupo Purdy, uno de los conglomerados automotrices más importantes del país, tomó esta fecha como punto de partida para cuestionar los tradicionales soldaditos de plástico, objetos que marcaron varias generaciones en el mundo. Mientras en muchos países esos juguetes remiten a confrontación y estrategia militar, en Costa Rica resultan un anacronismo que no representa la manera en la que las nuevas generaciones entienden su futuro.
Una reinterpretación simbólica para un país sin ejército
Junto a la agencia Garnier BBDO, la marca creó «Soldaditos de Paz», una colección de figuras que reemplaza las armas por gestos vinculados a la cooperación, el diálogo y el bienestar social. Asimismo, la propuesta combina diseño, memoria histórica y una lectura contemporánea sobre cómo se construyen los referentes culturales para la niñez.
Según la campaña, la idea busca recordar que la elección de Costa Rica de prescindir de un ejército no surgió por casualidad, sino de una convicción profunda sobre la importancia de invertir en educación, salud y desarrollo humano.
La iniciativa también llega en un contexto en el que las marcas buscan asumir un rol más activo en temas sociales. En este caso, Grupo Purdy se apropia de un elemento icónico para reescribirlo desde la empatía y la convivencia, alineándose con un valor que forma parte del ADN costarricense desde hace casi ocho décadas.










