Product placement. En «Wings», el primer filme que ganó un Oscar a la mejor película en 1927, aparecía una tableta de chocolate Hershey’s en un lugar destacado, y desde entonces la relación entre los vendedores y la industria del entretenimiento ha ido viento en popa, recuerda Nethal Hashim, estratega de Big Group.
Tras el estreno de la película de Barbie, Nethal Hashim, estratega de Big Group, revisó en un artículo para Little Black Book el product placement en el cine.
Para Hashim, el fenómeno del product placement en películas y programas ha sido una estrategia publicitaria utilizada durante décadas para promocionar marcas y productos de manera indirecta, así se aprovecha el alcance y la influencia del entretenimiento en la sociedad.
“No es algo nuevo. En «Wings», la primera película que ganó un Oscar a la mejor película en 1927, aparecía una tableta de chocolate Hershey’s en un lugar destacado, y desde entonces la relación entre los vendedores y la industria del entretenimiento ha ido viento en popa. Incluso el propio término «telenovela» proviene de cuando Procter & Gamble se convirtió en la primera gran marca en patrocinar radionovelas con jabón”, asegura el estratega.
Hashim comenta también que el product placement sigue siendo una práctica relevante y efectiva, con una variedad de enfoques y estrategias para lograr su impacto. Muchas veces, las colocaciones de producto son negociadas directamente con los creadores para ahorrar costes de producción y ofrecer una exposición valiosa a las marcas, incluso a aquellas más pequeñas con presupuestos limitados.
Aunque los consumidores son cada vez más conscientes de esta práctica, los estudios demuestran que sigue funcionando. El product placement puede aumentar el conocimiento y la actitud positiva del espectador hacia los productos, además de incrementar la probabilidad de que los espectadores busquen más información sobre ellos en Internet.
Sin embargo, Hashim recuerda que existe un delicado equilibrio en la colocación de producto, ya que, si es demasiado prominente o se percibe como una estrategia de venta excesiva, puede desencadenar el mecanismo de defensa del «conocimiento de la persuasión», donde los espectadores se ponen en alerta ante la presión de ventas.
Las estrategias de colocación verbal y visual de productos han demostrado ser efectivas, y colocar los productos antes de que los espectadores se involucren plenamente en la trama puede aumentar la atención hacia ellos.
“El futuro de la publicidad indirecta en cine y televisión parece prometedor, ya que el mercado crecerá un 14,3% en 2022 respecto a 2021, hasta alcanzar los 26.200 millones de dólares. Tras el enorme éxito de Barbie, sin duda se harán más películas centradas en productos. La cuestión es si los consumidores se cansarán o si nuestra sed de evasión nostálgica es insaciable. El segundo fenómeno es el streaming, en el que gigantes tecnológicos como Amazon y Apple están creando sus propios programas con la colocación de sus propios productos. ¿Será esto percibido por los espectadores como cínico, o es una nueva forma de conectar el contenido con el consumo?”, culmina el estratega.