Mientras el anuncio original del fast food apostaba por algo minimalista, Lisa Maltby optó por crear otro en el que se aprecia la comida de KFC, pero en una ilustración de estilo renacentista.
KFC quiso sorprender con una propuesta publicitaria situada en uno de los espacios religiosos más importantes de Austria, La Catedral de San Esteban. No obstante, la acción OOH que consistía en un gran panel, aunque era un tanto llamativa, no guardaba mucha relación con el lugar en el que estaba situado, por lo daba esa sensación de que no encajaba.
En ese sentido, la ilustradora y diseñadora, Lisa Maltby, quiso hacer algo al respecto. Es por ello que tras ver el anuncio – mientras paseaba por la zona – pasó por su mente la idea de crear otro en el que, tanto la publicidad como la relevancia histórica del monumento converjan de forma perfecta y causen un impacto auténtico en quién lo vea.
“Recientemente visité la hermosa ciudad de Viena… me sorprendió un gran anuncio de KFC en el lateral del edificio. Pensé en el hermoso arte que había visto mientras estaba allí y parecía fuera de lugar. Usé la pintura del «círculo de la vida» de Hans Canon como inspiración (visto en el Museo de Historia Natural de Viena) para formar la idea de un nuevo anuncio”, comentó la artista en un post de Instagram.
¿Cuál fue el truco?
Es decir que reinventó el anuncio, pero con la diferencia de que su propuesta integró de forma ingeniosa la comida del fast food en una ilustración de estilo renacentista. Mientras la publicidad real tenía un aspecto minimalista, mostrando solo piezas de pollo con la frase “Kein Fake Chicken” (No hay pollo falso), la de Maltby fue más allá y apostó por sacar provecho de la riqueza cultural del entorno.
Esta propuesta no es una crítica a lo que hizo KFC, sino más bien una sugerencia de que se aventure más por acciones disruptivas en espacios tan emblemáticos como el mencionado, aunque claramente considerando que luzcan más coherentes y no tan ajenas.
Fuente: Creative Gaga