La empresa tomó muebles de su marca encontrados en vertederos de basura, los reparó y los llevó a sus tiendas de segunda mano. Esta es la historia con su moraleja.
El gigante europeo Ikea ha emprendido varias iniciativas para reducir la huella ecológica de sus operaciones, incluyendo el trabajo con procesos menos demandantes desde el punto de vista energético y de emisiones, la venta de productos de segunda mano, recompra de muebles no deseados y el alquiler de mobiliario.
Ahora lanzó una campaña para alertar sobre el impacto ambiental de los «muebles desechables». O mejor dicho, de los muebles desechados, pero que son perfectamente reparables y que pueden dejar de ser basura para convertirse en un tesoro.
En ese sentido, el spot «The trash collection 2021» muestra cómo muebles recogidos en vertederos de basura pueden convertirse en piezas de primera tan solo con un poco de cariño (ofrecido por la mano experta del personal del Ikea, claro).
Solo en Noruega se estima que cada año se tiran alrededor de 3 millones de muebles, muchos de los cuales se originan en las puertas azules y amarillas de Ikea, dicen en la revista The Drum, al reseñar esta nueva campaña de la marca.
El gerente de marketing de Ikea, Tobias Lien, dijo sobre esta acción: «Muchos de nuestros muebles terminan en la basura, y con esta campaña, queríamos mostrar cómo no es necesario. A menudo, los productos están bien o tal vez no solo necesitan unas pocas piezas de repuesto pequeñas. Para demostrar lo poco que se necesitan, hemos recopilado algunas de ellas y les hemos dado una segunda oportunidad».
La agencia Try, en Noruega, firma el evocador spot que puede verse en redes sociales.