La campaña se inició con la difusión entre la comunidad gamer de un vídeo teaser que apuntaba al lanzamiento de un nuevo videojuego llamado “Tag”.
Con el objetivo de promover la actividad y las iniciativas sociales entre niños y jóvenes, Persil ha lanzado su más reciente campaña en la que crea un videojuego falso para convencer a destacados gamers de que se trataba de un producto real.
“Dirt is Good” (La suciedad es buena) es el nombre de la iniciativa desarrollada por la agencia española Lola MullenLowe en colaboración con Golin.
La campaña se inició con la difusión entre la comunidad gamer de un vídeo teaser que apuntaba al lanzamiento de un nuevo videojuego llamado “Tag” (expresión inglesa con la que se designa el juego que en español se conoce como “Tú la llevas”).
El vídeo incluía un enlace que dirigía a la página de Instagram de una supuesta empresa de creación de videojuegos llamada Dig Studios y que se presentaba como “un estudio de gaming con sede en el Reino Unido y creadores de #TAGTHEGAME”.
Tras generar el interés se eligió a seis destacados influencers del mundo de los videojuegos para difundir por streaming, a través de Twitch e Instagram, el tráiler de 60 segundos del nuevo juego. Fue durante la emisión del mismo cuando se dieron cuenta de que Persil los había “engañado” y que no estaba promocionando un videojuego, sino animando a que los niños jueguen en la calle.
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El videojuego
El tráiler muestra a un grupo de niños tratando de huir de un perseguidor oculto en un paisaje campestre. Se deslizan por el barro, se esconden, cruzan un puente y escalan una pared rocosa. Cuando uno de ellos se cae y parece a merced del enemigo, este se materializa en otra niña que le toca el hombro y le dice “Tú la llevas”.
En el video se sobreponen varias frases como ”Solo disponible en la vida real” y “Sal fuera y juega”, dejan claro el mensaje de la marca a favor de la actividad al aire libre.
La campaña se lanzó tras la investigación realizada por Persil en el Reino Unido, en la que se reveló que hacía tres meses que un niño británico medio no se ensuciaba con barro jugando en la calle. La investigación concluyó que el 57% de los padres de niños de entre 5 y 12 años creen que el hecho de no jugar fuera hace que sus hijos no tengan conexión con la naturaleza y los grandes espacios exteriores. A un 22% de los padres les preocupa que esa carencia haga que a sus hijos les cueste entender la necesidad de proteger el medio ambiente.