La compra de entradas, que antes implicaba largas filas y desplazamientos a puntos físicos, hoy forma parte del día a día de los consumidores digitales, permitiendo que más personas accedan a espectáculos teatrales o conciertos.
El impacto de la transformación digital ha ido más allá del comercio, los medios y la banca: también ha revolucionado la manera en que los peruanos interactúan con la cultura. La compra de entradas, que antes implicaba largas filas y desplazamientos a puntos físicos, hoy forma parte del día a día de los consumidores digitales. Este cambio ha permitido que más personas accedan a espectáculos teatrales, conciertos y otras expresiones culturales con mayor facilidad.
Según Diego Laura, director de marketing de Joinnus, el mercado teatral en Perú ha duplicado su asistencia y sus ingresos en los últimos dos años, un crecimiento que no solo responde a una mayor producción artística, sino a la evolución del comportamiento del público.
“Y aunque la mayoría de estos eventos aún se realizan de forma 100% presencial (ya no existen versiones híbridas como durante la pandemia), el proceso de compra se ha digitalizado casi por completo. Hoy, alrededor del 95% de las obras de teatro y eventos culturales se adquieren por canales online, lo que ha eliminado una gran barrera para el público”, señaló Diego Laura, director de marketing de Joinnus.
De las colas a los clics: el acceso cultural sin barreras
La digitalización ha permitido que el acceso al teatro y otros formatos culturales sea más espontáneo y democrático. Comprar una entrada ya no es una tarea que consume tiempo, sino una decisión que se toma en segundos, desde la comodidad del hogar, la oficina o el transporte público, como menciona Diego. Esta accesibilidad ha acercado el teatro a nuevas audiencias, especialmente jóvenes que antes no lo consideraban dentro de su consumo habitual.
“Joinnus jugó un papel clave en esta transformación. Fuimos la primera ticketera 100% digital del país, con operaciones desde 2012, y nos propusimos desde el inicio digitalizar la industria del entretenimiento en Perú”, comentó Laura.
Si bien este cambio ha favorecido la masificación del acceso, aún persisten retos como la descentralización de la oferta y la diversificación de contenidos. El desafío está en consolidar un ecosistema cultural que no solo dependa de los grandes centros urbanos, sino que integre otras regiones y formatos innovadores.

La digitalización como impulsor de la sostenibilidad cultural
El impacto de la tecnología no se limita solo al acceso del público. También ha transformado la manera en que los organizadores, productores y artistas gestionan sus eventos. Diego destaca que desde Joinnus han brindado una plataforma inclusiva para pequeños y medianos organizadores, permitiéndoles comercializar sus eventos sin cobros de ingreso y con promoción digital, algo que aún no ofrecen otras ticketeras tradicionales.
Además, el análisis de datos se ha convertido en una herramienta clave para comprender mejor el comportamiento del público y diseñar experiencias personalizadas. Desde la selección de asientos hasta la venta de productos complementarios —como merchandising y experiencias exclusivas con artistas—, la digitalización ha abierto nuevas oportunidades para la sostenibilidad económica del sector cultural.
“Creemos firmemente que expresiones como el teatro, el stand-up, el ballet, las sinfónicas o las orquestas pueden —y deben— estar tan presentes y disponibles como lo está el cine o cualquier otro tipo de entretenimiento”, agregó Laura.
El futuro del acceso cultural en Perú
Las tendencias digitales marcan un camino claro hacia la automatización total del proceso de compra, la integración de experiencias interactivas y la expansión del contenido digital para conectar con nuevas generaciones. La cultura, lejos de estar aislada de la tecnología, se fortalece con ella.
“Vemos un crecimiento importante en la generación de contenido en redes sociales para fomentar la participación, sobre todo en audiencias jóvenes, así como en la descentralización del consumo a través de giras regionales. También están cobrando relevancia el análisis de datos para entender patrones de comportamiento y la venta de productos complementarios antes del evento: merchandising, contenidos exclusivos, experiencias con artistas, entre otros”, explicó Diego.
El reto ahora es seguir innovando para que el acceso al arte y la cultura no sea solo una posibilidad, sino una realidad al alcance de todos. La digitalización ha cambiado el paradigma del consumo cultural en Perú, y su potencial para democratizar la oferta artística apenas comienza a desplegarse.