Los tres gigantes de las videoconsolas trabajan en conjunto para aplicar un protocolo que le otorgue reglas unificadas al juego en línea y permita el crossplay sin interrupciones.
Nintendo, Sony y Microsoft, rivales por naturaleza, en esta oportunidad trabajan de forma mancomunada en la aplicación de un protocolo único de seguridad para videojuegos en línea. La razón es la tendencia creciente del crossplay, es decir, de los videojuegos que pueden jugarse en varias consolas. Con esa modalidad es importante que todos los jugadores, independientemente del hardware, puedan estar activos bajo las mismas reglas.
Así funcionan juegos de gran popularidad como Fortnite, por ejemplo, que corre por igual en Nintendo Switch, XBox y PlayStation, de modo que jugadores de distintas consola pueden conectarse en una misma partida y lo ideal es que puedan hacerlo bajo los mismos protocolos de seguridad.
“La protección de los jugadores en línea requiere un enfoque multidisciplinario, uno que combina los beneficios de la tecnología avanzada, una comunidad de apoyo y supervisión humana capacitada”, indicaron en un comunicado conjunto.
El protocolo tomará en cuenta tres categorías: prevención, asociación y responsabilidad. La prevención implica que los jugadores podrán personalizar sus controles de privacidad; la asociación tiene que ver con compromisos para cooperar con otras organizaciones y agencias de calificación en iniciativas de seguridad; y la responsabilidad es sobre el compromiso de transparencia sobre las reglas y facilitar que los usuarios informen cuando otros jugadores infrinjan las reglas.
“Esta asociación significa nuestro compromiso de trabajar juntos para mejorar la seguridad de los jugadores y garantizar que los juegos sigan siendo realmente para todos”, señala el boletín.
Sony, Microsoft y Nintendo son competidores naturales en el lucrativo y creciente negocio de los videjuegos, que este año tuvo ganancias inéditas. Las estimaciones de Newzoo apuntan que en pocos días cuando finalice el 2020, el público gamer habrá gastado durante el año un récord de 175 mil millones de dólares solo en software (es decir, en juegos) .