El medio Infobae entrevistó a representantes de universidades latinoamericanas, quienes abordaron el desafío que representa la tecnología generativa para los maestros e instituciones educativas.
En el ámbito universitario, donde se prepara a los futuros profesionales, las instituciones se han enfrentado al desafío de responder a nuevas herramientas que generan textos, fotos y videos a partir de una simple indicación o «prompt».
El medio internacional Infobae entrevistó a representantes de destacadas universidades latinoamericanas, como la Universidad de los Andes (Colombia), la Universidad Nacional Autónoma de México (México) y la Universidad de Lima (Perú), quienes compartieron sus perspectivas sobre cómo esta tecnología generativa ha planteado retos a los profesores e instituciones.
Aunque estas opiniones no abarcan la totalidad de la educación en los demás países de Latinoamérica, sí proporcionan una visión que ayuda a identificar los desafíos que estas instituciones deben superar para mantenerse a la vanguardia y garantizar la relevancia de los contenidos que ofrecen en sus cursos.
El rol del maestro
Las herramientas de inteligencia artificial permiten a los alumnos generar textos complejos en cuestión de segundos, lo cual también ha abierto la posibilidad de utilizarlas para cometer «trampas» al desarrollar trabajos que supuestamente deberían basarse en lo aprendido en clase.
Ante esta problemática, Harold Castro, director de transformación digital de la Universidad de los Andes, reconoce que estas situaciones han sido un inconveniente incluso antes del surgimiento de la inteligencia artificial. Por lo tanto, se busca prevenir estas situaciones mediante la guía de los docentes, no limitándose solo a la detección tardía. Según Castro, es importante que los estudiantes comprendan el valor de su trabajo y que su contribución a la sociedad depende de lo que hagan durante su educación.
Por su parte, Juan Carlos García, decano de la facultad de comunicaciones de la Universidad de Lima, afirma que aunque la inteligencia artificial facilita el plagio, el papel del maestro o maestra sigue siendo fundamental como guía para los estudiantes.
“Será importante incidir en los valores éticos para indicar al estudiante que si esta acción (el plagio) por medio de la inteligencia artificial lo hace también en su trabajo, puede ser despedido y puede quedar marcado (…)”, comentó Juan Carlos a Infobae.
Por otro lado, la doctora Helena Gómez, investigadora del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS) de la UNAM, aseguró que es errónea la afirmación que los sistemas de IA podrían ser tan buenos tutores como un humano real.
“Cuando salió Google muchos decían que todo se podía encontrar y la universidad era obsoleta, pero no fue así y tampoco ocurrirá con ChatGPT. La inteligencia artificial no podrá reemplazar el conocimiento que se pueda adquirir en las aulas de forma presencial”, señaló Gómez.
En todos los casos, tanto la Universidad de los Andes, la Universidad de Lima y la UNAM, comparten la idea de que la inteligencia artificial ha comenzado a ser parte del proceso de enseñanza, no solo para los alumnos, sino también para los profesores, quienes son los encargados de transmitir el conocimiento durante las clases.
En este sentido, las universidades colombiana y peruana han adoptado una postura clara: son los docentes quienes deben utilizar o hacer referencia al uso de la inteligencia artificial en las clases. En el caso de la Universidad de Lima, esto se ha vuelto obligatorio al inicio de todas las sesiones de aprendizaje, para asegurar que los profesores estén conscientes de los recursos que ofrecen estos sistemas digitales.
Por otro lado, tanto la Universidad de los Andes como la UNAM coinciden en que el uso de estas herramientas debe ser voluntario para cada profesor.
Fuente: Infobae.com