Claves a la hora de elegir la plataforma según la propuesta de la aplicación y el mercado de interés; la importancia de los bocetos en la previa a la programación; qué tener en cuenta al contratar un experto en código y desarrollo; y el valor del DIY al emprender en este ámbito, o mejor, del “SIT”. Te lo explicamos aquí.
Incluso siendo comprobada la importancia de que una empresa tenga fuerte pisada en dispositivos móviles, relevamientos del sector muestran que aún el 65 por ciento de las compañías aún no disponen de una app propia. Asimismo, son muchos los negocios cuyos sitios web no están optimizados para ser vistos desde las pantallas de teléfonos y tablets. Ahora bien, más allá de estos desarrollos que encaran u omiten empresas ya existentes; ¿es posible iniciar un emprendimiento basado en una app? Y en ese caso, ¿cuáles son las variables que hay que tener en cuenta para obtener rentabilidad con esta estrategia comercial?
En la previa: estudiar el mercado. ¿Hay apps similares? ¿Cuál es la verdadera utilidad de tu app? ¿Quiénes serán los usuarios dispuestos no sólo a descargarla, sino también a utilizarla en forma sostenida? Una vez respondidas estas preguntas (lo cual no es tan sencillo), podemos avanzar. Un buen camino para hacerlo es contar la idea a personas de tu confianza.
Naturalmente, una aplicación móvil que sea el epicentro de un emprendimiento debe seguir las recomendaciones generales en este ámbito. El primer paso es examinar y privilegiar la experiencia del usuario, en este caso de los clientes y potenciales clientes. Toda app debe poseer una estructura que propicie una navegación sencilla, y en caso de que la misma incluya venta de productos, debe contar con accesos visibles para realizar la compra. En este punto, también es esencial ofrecer a los usuarios los protocolos de seguridad imprescindibles para operaciones en línea. Y no sólo ofrecerlo de fondo, sino también comunicarle al usuario que la app dispone de estas medidas de protección.
Para comenzar a proyectar las características de la app, lo ideal es realizar bocetos en los cuales se detallen las características de la herramienta, su estética y sus funciones. Si bien se puede echar manos al lápiz y al papel, en la orbe digital existen múltiples herramientas para bocetar aplicaciones móviles y es aconsejable volcarse a ellas. En este artículo podrás encontrar una selección de diez alternativas para hacerlo, en todos los casos con opciones que no requieren pago. La palabra clave (aquella que debes colocar en Google si deseas más) es “wireframe”.
En paralelo a la realización de las maquetas, es fundamental escoger la plataforma o las plataformas para las cuales se desarrollará la aplicación. En este punto la variable clave a tener en cuenta es, una vez más, la experiencia de los usuarios. ¿Cuál es el sistema operativo móvil que más utilizan tus clientes, cuál predomina en tu mercado? Por ejemplo, si tu negocio basado en una app tiene la mayor parte de sus clientes en el mercado argentino, lo mejor será pensar en Android, el S.O. más popular en aquel país (y en la gran mayoría).
Aunque también tener en cuenta que la pisada de iPhone crece en forma sostenida, siendo que el smartphone de Apple volvió a comercializarse en este mercado de la mano de operadoras y que, como ocurre en muchos mercados, el iPhone es un producto muy deseado. En tanto, para este ejemplo en particular no es mala idea pensar en ambas plataformas.
Pero hay más a tener en cuenta en este ítem. ¿Sabías que si bien Android es la plataforma más popular y en Google Play hay muchas más descargas que en la tienda de Apple, las apps para iOS registran mayores ganancias? Este artículo en 9to5Mac lo deja bien en claro, y las estadísticas en esta dirección aparecen una y otra vez. Por lo demás, plataformas como Windows Phone y BlackBerry están en desuso, con lo cual no es conveniente invertir dinero en desarrollas apps para dichos entornos.
Si no eres un experto en programación, siendo que todo este negocio girará en torno a la app móvil, lo ideal es acudir a la experiencia de un programador o equipo de programadores. Esto no quiere decir que debes dejar de lado el célebre DIY, siglas en inglés para “hazlo tu mismo”. En este caso, es posible aplicar, más que el DIY, el “SIT”: study it yourself. ¿A qué nos referimos con esto? Que conocer más a fondo y estudiar las nociones y características del desarrollo de una aplicación será una carta que siempre podrás utilizar a la hora de interactuar con los desarrolladores.
Finalmente, ¿cómo dar con un buen developer? Un consejo que aplica en muchos otros ámbitos: es ideal pedir el consejo de otras personas y empresas que hayan trabajado con desarrolladores. Hay que tener en cuenta que estos profesionales tienen en la actualidad una alta demanda y en este sentido no es sencillo dar con el que mejor se ajuste a tus necesidades y presupuesto. En tanto, hay que ser paciente, entrevistarse con ellos y conocer cuáles han sido sus anteriores desarrollos (se trate de desarrolladores independientes o bien empresas). Prueba las apps que ellos han diseñado. Y envíales algunos correos para ver con cuánta demora responden. También intenta comunicarte a su teléfono móvil para comprobar cuán disponible se muestra a la hora de responder alguna consulta.
Algunos puntos finales que deberías conversar con el responsable de desarrollo de la app:
-Pactar desde el minuto cero las fechas de entrega, tanto parciales como finales. Naturalmente existe flexibilidad, pero si no se deja este punto en claro desde un comienzo los lapsos podrían estirarse casi hasta el hartazgo.
– Lo ideal es establecer reuniones semanales para ir conociendo los avances y también generar un feedback. Naturalmente, puedes aprovechar los encantos de las videollamadas. Tampoco hay que asfixiar: estas reuniones deberían ser asiduas durante las primeras semanas, luego ir haciéndolas en forma más esporádica.
-Llegar a la reunión inicial con algunas preguntas clave, para las cuales acaso conozcas la respuesta. Por ejemplo, ¿qué conviene en este caso, una app nativa o una app en HTML 5?
FUENTE: Don Web