Bartlett ha escrito su libro superventas Happy Sexy Millionaire y ahora presenta “Diario de un consejero delegado”, el podcast número uno de Europa en Spotify.
Steven Bartlett tenía 23 años cuando se convirtió en millonario luego de iniciar la agencia de marketing de redes sociales Social Chain en su habitación. Dejó la empresa el 2020 y ahora está valorizada en 384 millones de dólares. Se estima que su fortuna personal se encuentra en torno a los 60 millones de euros.
Bartlett ha escrito su libro superventas Happy Sexy Millionaire, aparece como el dragón más joven en el programa de la BBC Dragon’s Den y ahora presenta el podcast número uno de Europa en Spotify Diario de un consejero delegado.
De madre nigeriana y padre británico, a Barttlet le fue mal en el colegio. Fue expulsado y dejó la universidad.
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«Mis padres me repudiaron porque no estaba siguiendo el camino tradicional de mis hermanos que habían ido a la universidad. Pasé por malos momentos en ese viaje», recuerda para Euronews.
El empresario asegura que su pasión por los negocios no fue reconocida a lo largo de sus años de formación «Podía haber llegado donde llegué más rápido si hubiera tenido más convencimiento y mi entorno se hubiera dado cuenta cuando tenía 16 años. Pero el sistema no está diseñado para eso y determina mucho en el resultado», mantiene.
Reconciliación familiar
Luego de su éxito, ha conseguido reparar las relaciones familiares.
«Acabas dándote cuenta de que tu familia y tú queréis lo mismo. Solo que has tenido un desacuerdo sobre el camino para conseguirlo. Mi madre quería que yo fuera feliz, estuviera seguro y tuviera éxito. Pensó que el camino para conseguirlo era la universidad Y yo pensaba que era buscarme a mí mismo y perseguir mis sueños».
Tiene consejos para los empresarios que están empezando: “La cosa más importante que he aprendido sobre los negocios es que tus resultados están más relacionados con tu capacidad para contratar de lo que te imaginas. No aprendí esto hasta mi tercer año en el negocio. Como empresario joven, piensas en ti o en tu talento.Y luego recuerdo ese momento en la empresa en el que contratamos a gente realmente excepcional y todo cambió. No tenía estrés, sabían cosas que yo no sabía que no sabía. Todas las cosas que no sabíamos que no sabíamos fueron resueltas y eso resultó crucial».