En la actualidad, el marketing está consciente de los intereses de sus clientes, pero no tiene información que vincule el presupuesto del área con los resultados de las ventas.
Con la llegada de la globalización, la necesidad de vender más y mejor se extendió a todos los mercados, por lo que disciplinas como el marketing y la publicidad fueron adquiriendo mayor importancia en los procesos comerciales, pero a pesar de toda la tecnología y la afluencia de datos, ¿es posible medir el impacto del marketing y la publicidad sobre las ventas?
Al respecto, José Antonio Alguacil, CEO de Illusion Labs, comenta en su columna para okdiario.com que el medir una campaña no hace más rentable al marketing, solo lo convierte en una disciplina consciente de los intereses de sus clientes y su actividad, más no tienen más conocimientos o mayor información que vincule directamente el presupuesto destinado al marketing y la publicidad con los resultados de las ventas directas.
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Según el experto, se gasta porque se espera una recompensa, y si no se encuentra, se deja de invertir, y no se invierte porque la medición no es correcta, ahí está la gran mentira del marketing pues hasta el momento se desconoce su impacto en los resultados de un negocio.
Asimismo, también enfatiza en que, a pesar de establecer objetivos eficientes, su eficacia continúa siendo dudosa pues la validez está centrada en la cantidad de veces que el sector es capaz de interrumpir a alguien, y durante cuánto tiempo, una forma de medición que podría aplicarse 40 años atrás, pero ya no en la actualidad.
Los primero que deben intentar solucionar este desperfecto son los anunciantes, pues ellos pueden proporcionar herramientas e información a sus departamentos y agencias que contribuyan con la asociación de los esfuerzos del sector con los resultados, porque si se continúa lanzando campañas sin objetivos concisos, se estará invirtiendo en vano.
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“Lo que trato de gritar a los cuatro vientos es que si no sabemos qué impacto en ventas tiene nuestra inversión de marketing, tenemos un gran problema en diferenciar el buen o el mal marketing. Ya no vale “hacer”, tenemos que demostrar su eficacia”, escribe Alguacil. En este sentido, también comenta que la industria necesita dejar de impactar e invadir y comenzar a plantear espacios de atracción, reunión y diálogo.
Finalmente, el experto asegura que la gran mentira del marketing es el marketing alrededor del propio marketing. La mentira es el humo y los trucos que se esconden en la turbiedad para justificar su ineficiencia y convertirse así en la de los profesionales de la industria al no posibilitar y pedir resultados visibles.
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