El equipo ha tenido dificultades para encontrar marcas o inversionistas que quieran comprarlo y todo apunta a que el estadio de la delegación tiene mucho que ver.
Es de conocimiento público que actualmente el Chelsea está en venta. El oligarca ruso Roman Abramovich, quién compró el equipo en el 2003, contrató los servicios del banco de inversión Raine Group con sede en Nueva York con el fin de buscar a un comprador dispuesto a pagar los 3.000 millones de libras que exige por el club, campeón de la Champions League y Mundial de Clubes FIFA.
Sin embargo, a pesar de ser uno de los clubes más costosos y más populares del mundo, todo parece solo obstáculos para conseguir un comprador. La más importante llegó se reveló recientemente, cuando el gobierno de Gran Bretaña ha tomado la decisión de ‘congelar’ los activos de Abramovich debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
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Una sanción que, de acuerdo con información del diario The Times, ha otorgado al Chelsea una licencia especial para continuar con actividades relacionadas con el fútbol, pero que sin embargo frena su proceso de venta.
Aunque, cabe destacar que el club en sí mismo ya estaba enfrentando grandes problemas que dificultan su compra, principalmente porque durante los 20 años como dueño del club londinense, el multimillonario ruso no fue asertivo con la administración de los recursos disponibles de la mejor manera, lo que desembocó en una deuda de 2.400 millones.
Una deuda contemplada en el precio que exige por la venta del club, por tal motivo la misma desaparecerá en el momento de la transacción. Aún así, la compra del equipo inglés, sólo podría concretarse con una inversión de casi 7.000 millones de euros, según reveló la prensa británica.
Dado que también es necesario tener en perspectiva el costo de la reforma del Stamford Bridge, el estadio del club deportivo: una obra estimada en 2.700 millones de euros. Es por ello que, según relatan en un artículo de ESPN, a pesar de que antes de las sanciones ya había recibido más de 300 propuestas de compra, realmente eran muy pocas las que podían asumir este escenario.










