Atletas dejan de lado patrocinio de Adidas o Nike y prefieren marcas pequeñas

Las deportistas buscan marcas que establezcan una relación de valores, más allá de las medallas o resultados en eventos deportivos. Entérate de los detalles.

Las atletas están imponiendo una nueva tendencia en el patrocinio deportivo, ya no buscan la atención de grandes marcas como Nike o Adidas, en su defecto, prefieren empresas más pequeñas, con contratos diferentes. Tal fue el caso de Simone Biles, la gimnasta estadounidense que prefirió renunciar a su participación a Tokyo 2020 para favorecer su salud mental, y la primera compañía en apoyarla fue Atlheta, una marca de indumentaria deportiva con un alcance modesto en el mercado.

Ante este escenario, que para muchos puede significar una jugada desfavorable en términos económicos, ha dejado en evidencia que los deportistas están dando mayor prioridad a su marca personal y como estas negociaciones les permite un amplío margen de comunicación con las marcas, teniendo como base los valores que les unen y que pueden significar la oportunidad de comunicación con la audiencia mucho más flexible.

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Biles ha confirmado este sentir y luego de negociar con Atlheta señaló que, la marca no sólo se enfocaba en sus resultados, también busca “ayudarme a usar mi voz y ser un medio de comunicación para llegar a mujeres y niños”. Lo mismo sucedió con la corredora Colleen Quigley, quién dejó a Nike por Lululemon, una submarca de GAP porque consideraba que su contrato anterior era muy “transaccional”.

Se trata de una tendencia que no pasa desapercibida para los medios estadounidenses, el Times ha analizado estas negociaciones y ha llegado a la conclusión de que el público está criticando por estos hechos a las grandes empresas, por ofrecer a los atletas contratos tan restrictivos.

Pero, no sólo eso, el resultado se ha convertido en una oportunidad de marketing para marcas como Atlheta y a su vez un problema reputacional para marcas como Nike. Esta última ha estado inmersa en escándalos tras la denuncia de la corredora olímpica Allyson Felix, quién asegura que Nike no apoya igual a las atletas embarazadas.