¿Son una amenaza para las marcas comerciales? Las cadenas distribuidoras han sabido dinamizar a las marcas blancas durante la economía de crisis logrando un crecimiento exponencial.
Las marcas blancas con aquellas que llevan la firma de la casa comercializadora. No se trata de marcas «reconocidas», sino de productos que llevan el sello del mismo supermercado o tienda. Aunque existen desde los años 70, en los últimos tiempos han tenido un crecimiento exponencial y el factor que lo determina es la sensación hacia el consumidor de que son una buena opción porque reúnen calidad y precio.
En sus inicios estaban vinculadas tan solo a los productos básicos y eran una solución para el público porque les significaba un ahorro palpable. Hoy las marcas blancas han trascendido ese modelo; de hecho, las estadísticas señalan que más del 20 por ciento del gasto de los hogares en el país está dedicado a este tipo de productos, principalmente porque han ido más allá de tan solo ofrecer una opción económica.
Así lo certifica un estudio de la empresa de investigación de mercados We Are Testers, la cual señala que el componente que mayor influencia tiene entre los clientes que compran marcas de distribuidores es la relación de calidad-precio con un 81,4 por ciento, seguido por el precio en sí con 56 por ciento y la calidad con más de 40 por ciento. Por último, está la ventaja del punto de venta.
Es así como las marcas blancas han entrado a competir frontalmente con las marcas reconocidas, ante quienes presentan varias ventajas. Uno de ellos es que representan un gasto mínimo en publicidad para el fabricante, que los coloca en sus propios negocios.
Mira el siguiente video informe de Mercado Negro donde profundizamos sobre las marcas blancas.