En colaboración con el artista callejero Greg Goya, la icónica marca danesa presentó en el centro de Italia una experiencia inmersiva que busca reivindicar el valor del juego en la etapa adulta.
En el corazón de Florencia, LEGO sorprendió a locales y turistas con una propuesta poco convencional: una máquina gigante que en lugar de dulces o refrescos entregaba piezas de construcción. La instalación «Play Machine» transformó una plaza en un espacio de juego colectivo en el que, por una vez, los adultos fueron los protagonistas.
La experiencia, desarrollada por LEGO Italia en colaboración con el artista callejero Greg Goya, buscó transmitir que crecer no significa dejar de jugar. En un contexto en el que las rutinas y responsabilidades suelen opacar la imaginación, la empresa de juguetes apostó por una acción urbana que reivindica el poder del juego como motor de creatividad y bienestar.
LEGO y su «Play Machine»: jugar no tiene edad
Durante varios días, la «Play Machine» repartió miles de ladrillos LEGO a los transeúntes, invitándolos a construir libremente y compartir sus creaciones en el lugar. La respuesta fue inmediata: adultos de todas las edades se detuvieron para participar, dejando por unos minutos el ritmo acelerado del día a día para volver a conectar con su lado más lúdico.
«Construimos una «máquina de jugar» con miles de ladrillos LEGO y la llevamos al centro de Florencia para recordar a todos que crecer no significa que haya que dejar de jugar.», comentó Greg Goya, artista italiano y responsable del proyecto.
El resultado fue más que una instalación: una experiencia de marca que apeló a la nostalgia, la creatividad y la conexión humana. LEGO documentó toda la acción en un video oficial que celebra la importancia del juego en cualquier etapa de la vida, reafirmando su propósito de inspirar a construir sin límites.