El 88% de la lana fina de merino procede de Australia, el único país del mundo que sigue utilizando el mulesing para obtener este producto, un proceso que ocasiona dolor y sufrimiento en los animales.
La industria textil es conocida por ser uno de los sectores más contaminantes y, a su vez, es uno de los más relacionados con el maltrato animal. Hugo Boss intenta deslindarse de este estigma, es por ello que se plantea como meta dejar de usar lana de ovejas mutiladas en sus diseños para el 2030, una decisión a la que también se apuntan otras 34 marcas de la talla de Adidas, Pumas, Calvin Klein, entre otras.
Así lo anunció la organización mundial en favor del bienestar animal Four Paws, la cual indicó que la compañía “ha enviado un mensaje claro contra la crueldad animal” con esta medida. La intención de la marca es emplear exclusivamente lana que no haya sido obtenida de ovejas que hayan sido expuestas al proceso de “mulesing” para sus trajes de lana pura a partir de 2025.
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No se trata de una decisión al azar, de hecho, la organización asegura que el sufrimiento de los animales está causando cada vez más descontento entre los clientes de ropa. “Uno de cada tres consumidores ahora busca credenciales de buen trato a los animales al decidir qué o dónde comprar, en comparación con antes de la pandemia”, señaló Four Paws como resultado de un estudio que ha desarrollado recientemente.
Qué es el mulesing o la mutilación de ovejas para la industria textil
El consumo masivo de piezas textiles, fabricadas con el uso de lana como materia prima, han provocado en las ovejas merinas -la especie animal de donde se obtiene este producto- una modificación genética caracterizada por una gran cantidad de pliegues en su piel lo que le confiere mayor superficie para la producción de lana.
Toda esta información ha sido explicada por la organización animalista Anima Naturalis, quienes aseguran que esta modificación genética permite inclusive disponer de la mejor lana. Pero, paradójicamente, los pliegues en la piel de las ovejas suponen a su vez un problema parasitario y, para evitarlo, los ganaderos optan por cortarles a los corderos jóvenes grandes porciones de piel en la zona que rodea al ano.
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Se trata de una práctica que, según Four Paws, sigue vigente en el territorio autraliano, siendo el único en el mundo que continúa con esta práctica que causa sufrimiento y dolor en los animales. Por si fuera poco, Australia es también el mayor productor de esta materia prima en el mundo, en cifras, abastece el 88% del mercado global.
Esto es solo la punta del iceberg
Four Paws agregó que la industria de la moda aún necesita llevar a cabo mayores esfuerzos para proteger a los animales. El maltrato animal es un problema que se encuentra en distintos niveles sociales, así lo aseguraba Carmen Méndez, presidenta de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA) hace algunos meses, cuando señaló que:
“Se ha avanzado bastante en las mascotas, sin embargo, no tanto en temas como la experimentación, la caza o la cría intensiva para el consumo humano; las explotaciones industriales son insostenibles para el entorno natural”.