Esta disposición a compartir información sensible pone a los individuos en una posición vulnerable, ya que una vez que los datos se exponen, su destino puede ser incierto y potencialmente peligroso.
En una iniciativa destinada a concienciar al público sobre la privacidad de los datos, la empresa de ciberseguridad Surfshark organizó un experimento social en una cafetería de Manhattan.
Titulado «Food for Data» (Comida por datos), el evento pretendía mostrar de manera tangible el valor real de la información personal personales. Durante un día, los visitantes de la cafetería se encontraron con una carta inusual: en lugar de precios en dólares, los productos tenían un costo en datos personales. Un capuchino, por ejemplo, requería el nombre completo del cliente, mientras que un flat white pedía su dirección de correo electrónico. El experimento arrojó un resultado alarmante: el 78% de los visitantes estaban dispuestos a intercambiar sus datos personales por una taza de café.
El experimento de Surfshark subraya una realidad inquietante: a menudo, las personas ceden su información con demasiada facilidad, sin considerar las posibles consecuencias. Al igual que los clientes en la cafetería que cambiaron su información personal por una bebida, los usuarios de Internet frecuentemente entregan sus datos a cambio de servicios o productos gratuitos. Esta disposición a compartir información sensible pone a los individuos en una posición vulnerable, ya que una vez que se exponen, su destino puede ser incierto y potencialmente peligroso.
Los riesgos de compartir en exceso los datos personales
Aleksandr Valentij, responsable de ciberseguridad de Surfshark, detalló los peligros específicos que enfrentan los usuarios cuando comparten en exceso sus datos personales. Entre los riesgos más comunes se encuentran:
Aumento del Spam: Compartir datos personales puede resultar en un incremento significativo del spam en correos electrónicos y mensajes.
Phishing: Los delincuentes pueden enviar correos electrónicos o mensajes que parecen legítimos pero que en realidad buscan obtener información confidencial o hacer que el usuario haga clic en enlaces maliciosos.
Spear phishing: Este es un ataque más dirigido donde los piratas informáticos utilizan información obtenida de filtraciones para hacer que los correos electrónicos de phishing parezcan más convincentes y específicos para la víctima.
Robo de identidad: Con suficiente información filtrada, los delincuentes pueden robar la identidad de una persona, lo que puede llevar a fraudes financieros y dañar la puntuación crediticia.
Acoso cibernético: Los datos filtrados, como nombres, direcciones y números de teléfono, pueden ser utilizados para acosar, intimidar o incluso dañar físicamente a las personas.
Secuestro de cuentas: Los datos compartidos pueden ayudar a los delincuentes a secuestrar cuentas en línea, eludiendo preguntas de seguridad y utilizando información para descifrar contraseñas.