Tras la compra de Twitter por parte de Elon Musk, en 2022, los ingresos por publicidad de la plataforma se desplomaron. El magnate acusa a un grupo de anunciantes de acordar ilegalmente “boicotear” la plataforma que ahora se llama X
Tras la compra de X (antes Twitter), por parte de Elon Musk, los ingresos por publicidad de la plataforma se desplomaron. De hecho, se estima que al año siguiente la inversión para publicitar en la red social se redujo a más de la mitad. Con estos precedentes, la noticia del día es que Musk está demandando a un grupo de anunciantes y grandes empresas. ¿La razón? Los acusa de acordar ilegalmente “boicotear” el sitio que hoy le pertenece.
La demanda, presentada en un tribunal de Texas, acusa a los gigantes alimentarios Unilever y Mars, la empresa privada de atención sanitaria CVS Health y la empresa de energía renovable Orsted. Además de la asociación comercial llamada Federación Mundial de Anunciantes (WFA). El argumento de X es que se le ha privado de “miles de millones de dólares” en ingresos.
¿Es viable la demanda de Elon Musk que acusa a marcas de “boicotear” a X?
Expertos legales consultados en Estados Unidos señalan que es poco probable que el caso tengo éxito. ¿Pero cuál la injerencia de las marcas en la pérdida de ingresos por publicidad de X? Es verdad que algunas empresas se mostraron mucho más cautelosas al anunciar en la plataforma. Ello debido a que las preocupaciones se enfocaban en que su nuevo propietario no era lo suficientemente serio a la hora de filtrar contenido dañino.
“La gente se siente mal cuando se restringe el mercado de las ideas. Ningún pequeño grupo de personas debería monopolizar lo que se monetiza”, dijo la directora ejecutiva de X, Linda Yaccarino. En ese sentido, el supuesto “boicot” amenazaba la “capacidad de la compañía para prosperar en el futuro”. Por otro lado, Musk tuiteó: “Intentamos ser amables durante dos años y no obtuvimos nada más que palabras vacías. Ahora, es la guerra”.
“Como regla general, un boicot motivado políticamente no es una violación de las leyes antimonopolio. Es una expresión protegida por la Primera Enmienda”, dijo Bill Baer, quien fue fiscal general adjunto de la división antimonopolio del Departamento de Justicia durante el gobierno del ex presidente estadounidense Barack Obama, consultado por la BBC.