Su flamante iPhone 13 no logra levantar la emoción de ediciones previas, y al mismo tiempo Apple+ se roba las miradas en los Emmy. ¿Qué significa este giro para la empresa más valiosa del mundo?
Apple se encuentra en un momento de inflexión. La empresa más valiosa del mundo ha visto en pocas semanas cómo su modelo de negocio parece cambiar de rumbo de manera imprevista, dejando de lado sus productos estrellas para satisfacer a nuevos nichos de mercado, que en paralelo crecen como la espuma.
Específicamente nos referimos a la poca emoción que ha levantado en el público en lanzamiento de su nuevo iPhone, en teoría el producto más importante de la marca; y en contracara, el éxito de Ted Lasso, la producción de Apple+, entre la audiencia, la crítica y en los premios Emmy.
LEE TAMBIÉN: Apple promociona la cámara de su iPhone 13 con una serie de anuncios de categoría hollywoodense
Ted Lasso, la serie sobre un ex jugador de fútbol americano que se muda a una pequeña ciudad británica para entrenar a un equipo de fútbol soccer, ha dado mucho de qué hablar. Fue estrenada en agosto de 2020 y ya va por su segunda temporada.
El portal Rotten Tomatoes, experto en críticas, le dio una calificación de 90 % de «frescura» basado en 60 revisiones, con una calificación promedio de 7.88/10.3 Por su parte, Metacritic le dio un puntaje de 71 sobre 100, basándose en 21 reseñas, generalmente positivas.
En los recientes premios Emmy la comedia se llevó siete galardones e hizo historia en la gran noche de la televisión al ser el primer show en ostentar el récord de 20 nominaciones para su temporada debut. En la velada, Apple TV+ se conviertió en la segunda plataforma de streaming en conseguir el premio a la Mejor Serie.
Pero en paralelo al inesperado éxito de Apple en el streaming —terreno en el que muchos no le daban crédito— la empresa ha visto cómo de forma inesperada su producto estrella, el iPhone, se desinfla lentamente. El lanzamiento del nuevo iPhone 13 ha pasado prácticamente por debajo de la mesa y no ha despertado gran emoción, incluso en los fans más acérrimos de la marca.
Un análisis publicado por Bloomberg señala que catorce años después del lanzamiento del primer iPhone, hoy los teléfonos inteligentes son tan avanzados que hay muy poco margen de mejora, también porque lo que podría ser innovador ya existe en otros gadgets y weareables, lo que pone cuesta arriba el ejercicio de competir y sorprender.
¿Habrá futuro para el iPhone? ¿Seguirá siendo un objeto de deseo para las nuevas generaciones? ¿Cambiará el rumbo de Apple de como negocio? Son preguntas que al igual que la tecnología y las formas de consumo, seguramente tendrá una fugaz respuesta.