Repsol. “Es usual que una marca quiera lavarse la cara después de ocasionar un desastre. Lo que no es normal es que un país les preste su camiseta nacional para ayudarlos a lavársela. Es una cachetada esta decisión de la federación de futbol”, tuiteó Daniel Olivares, vicepresidente de Oceana Perú.
En la víspera, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) reveló que Repsol se ha convertido en el patrocinador oficial de todas las selecciones nacionales, en sus distintas disciplinas y categorías.
Agustín Lozano, presidente de la FPF, expresó su entusiasmo por este acuerdo comercial. “[…] Repsol no sólo acompañará a nuestras selecciones mayores, sino que se convertirá en un aliado en la captación y desarrollo de jugadores destacados que más adelante también serán parte de La Bicolor y nos traerán más alegrías”, comentó.
La noticia no tardó en causar indignación en redes sociales debido al derrame de petróleo que causó Repsol en Ventanilla en enero del 2022. Representantes de diferentes organizaciones ambientales y exfuncionarios públicos mostraron su rechazo ante este auspicio, ya que consideran que no representa los valores de la selección y que la única intención es mejorar la imagen de la empresa petrolera.
“Repsol, el principal responsable de uno de peores desastres ambientales de la historia del Perú, pretenden limpiar su imagen patrocinando a la selección de fútbol. Ya mancharon nuestras playas, no permitamos que manchen nuestra querida blanquirroja”, tuiteó CooperAccion, asociación que promueve los derechos sociales y ambientales.
Repsol, el principal responsable de uno de peores desastres ambientales de la historia del Perú, pretenden limpiar su imagen patrocinando a la selección de fútbol. Ya mancharon nuestras playas, no permitamos que manchen nuestra querida blanquirroja#LaBlanquirrojaNoSeMancha pic.twitter.com/0ysjOirHey
— CooperAccion (@CooperAccionPER) September 1, 2023
Asimismo, Daniel Olivares, vicepresidente de Oceana Perú, organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo, comentó a través de la misma red social: “Es usual que una marca quiera lavarse la cara después de ocasionar un desastre. Lo que no es normal es que un país les preste su camiseta nacional para ayudarlos a lavársela. Es una cachetada esta decisión de la federación de futbol”.
Es usual que una marca quiera lavarse la cara después de ocasionar un desastre. Lo que no es normal es que un país les preste su camiseta nacional para ayudarlos a lavársela. Es una cachetada esta decisión de la federación de futbol.https://t.co/78tCoa1Rku pic.twitter.com/wZ7D0SX8DF
— Daniel F. Olivares Cortés (@danielfolivares) August 31, 2023
Por su parte, Ana Neyra, exministra de Justicia y Derechos Humanos, dijo que “La selección ayudando a lavarse la cara a Repsol, una empresa que ha generado el mayor desastre ecológico de los últimos tiempos en el país y que sigue sin asumir las consecuencias y reparar a los damnificados”.
La selección ayudando a lavarse la cara a Repsol, una empresa que ha generado el mayor desastre ecológico de los últimos tiempos en el país y que sigue sin asumir las consecuencias y reparar a los damnificados.https://t.co/hWCUqxNWhq https://t.co/i4ylM12yfZ pic.twitter.com/N2NGgIgT8B
— Ana Neyra (@ananeyra) September 1, 2023
Derrame de petróleo en Ventanilla
El 15 de enero de 2022, un derrame de aproximadamente 12 mil barriles de petróleo tuvo lugar frente a la costa de Ventanilla, en el Callao, en una de las estaciones del Terminal Multiboyas N° 2, perteneciente a la refinería La Pampilla S.A.A., operada por Repsol.
Este incidente ambiental se consideró como uno de los desastres ecológicos más graves en Lima en años recientes, según la Cancillería. Inicialmente, Repsol informó que el derrame involucraba solo 0.16 barriles, pero el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, actualizó la cifra a aproximadamente 6 mil barriles el 18 de enero. Posteriormente, el 27 de enero, el Ministerio del Ambiente (Minam) elevó la estimación a 11,900 barriles, mientras que Repsol sostiene que la cifra es de 10,396 barriles.
Las consecuencias fueron devastadoras. El derrame de petróleo afectó a 24 playas, incluyendo áreas protegidas, y dejó una sección de aproximadamente 7,139,571 metros cuadrados en el mar y 1,800,490 metros cuadrados en tierra afectada por el crudo. La vida silvestre en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, y la Zona Reservada Ancón también sufrieron graves consecuencias.
Además de los daños ambientales, la economía local se vio duramente afectada, especialmente la industria pesquera y el turismo. La cadena de producción relacionada con la extracción de recursos hidrobiológicos se paralizó, lo que afectó a miles de pescadores, comerciantes y operadores turísticos.
Según el análisis de especialistas de OEFA, realizado entre mayo y junio de este año, en el grupo de las zonas aún afectadas se encuentran Punta Mulatas y Playa de Ancón, en el distrito del mismo nombre. En este caso, los valores de concentración de hidrocarburos registrados sobrepasan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para agua, lo cual representa un riesgo para los ecosistemas marinos y costeros.