En el año de la pandemia, el negocio musical tuvo una fuerte contracción. No obstante, logró mantenerse a flote gracias a las plataformas digitales, que generaron más de 10 mil millones de dólares.
El año en que se suspendieron los conciertos y las actividades en vivo, el negocio discográfico logró mantenerse a flote e incluso crecer gracias a la transmisión de música grabada vía streaming, que le aportó al sector el 83 por ciento de las ganancias.
Así lo dio a conocer el informe anual de RIAA (Recording Industry Association of America), el cual señaló que los ingresos totales de música grabada aumentaron un 9,2 % alcanzando US$ 12,2 mil millones el año pasado.
Este crecimiento fue sostenido sobre todo por los ingresos provenientes de los servicios de transmisión. La plataformas digitales generaron US$ 10,1 mil millones en ingresos el año pasado, en comparación con los US$ 8,9 mil millones obtenidos en 2019.
De todas las plataformas de streaming de música, las más populares como Spotify y Apple Music fueron los mayores contribuyentes. Entre ambas generaron US$ 7 mil millones. Además, la pandemia impulsó el crecimiento de los suscriptores de 60,4 millones a 75,5 millones.
Pese a los buenos números en el informe de RIAA, este no especifica hacia dónde se dirige el dinero generado por las plataformas digitales, que a todas luces no es equitativo porque más que nunca acentúa la brecha entre grandes y reconocidos artistas y los músicos locales, emergentes o poco conocidos.