Las prendas están pensadas en ser reutilizadas, por lo que buscan ser desvinculadas del concepto de “disfraz”. Por el contrario, apuntan a ser vestidas durante eventos de gala o celebraciones formales.
Desde su fundación en 1975, Zara destacó por su propuesta innovadora que transformó el mundo de la moda: ofreciendo ropa de tendencia a precios accesibles con una notoria fluidez en la confección de colecciones. Este modelo de negocio, basado en el fast fashion, la volvió conocida a nivel global.
Con el paso de los años, Zara ha apostado por una estética contemporánea y minimalista, adaptada a diferentes públicos y estilos. Su estrategia ha sido combinar elegancia con funcionalidad, creando colecciones versátiles que permiten transitar del ámbito casual al más formal sin perder coherencia visual.
Esta identidad se refleja en la atención al detalle, la neutralidad de sus paletas cromáticas y la calidad percibida de sus tejidos. Precisamente, esas son algunas de las características de su colección preparada para Halloween.
Halloween, desde la perspectiva de Zara
A diferencia de otras marcas que apuestan por disfraces o prendas llamativas, Zara suele abordar esta fecha desde una perspectiva más sutil y sofisticada. Este año ha diseñado propuestas que buscan ser atemporales, es decir, que fácilmente puedan ser usadas en galas o eventos formales

Abrigos largos de terciopelo, vestidos asimétricos y blusas con detalles de estilo victoriano resaltan dentro de la línea para Halloween. Además, la meticulosa curación de los productos ha permitido introducir prendas esenciales de la temporada otoño-invierno, siguiendo una estrategia de marketing que descontextualiza la temática de noche de brujas.










