La compañía sueca Pharmaicy vende códigos de programación que hacen que los chatbots atiendan consultas como si estuviesen influenciados por alguna sustancia.
Increíble, pero cierto: el ser humano ha encontrado una manera de que ChatGPT actúe influenciado por “drogas sintéticas”. Esto nace producto de la búsqueda de los usuarios de una forma de “estimular” la creatividad del popular chatbot para que sus respuestas automáticas no sean tan mecánicas.
La compañía a cargo de la propuesta es Pharmaicy, la cual vende códigos de programación que hacen que ChatGPT atienda consultas como si estuviese influenciados por alguna sustancia. Según el portal de la empresa, los módulos están basados en investigaciones, con código de drogas e inspirados en experiencias humanas “que permiten a tu IA trascender el ámbito de la lógica pura y explorar el territorio creativo”.
El modelo de negocio de Pharmaicy
Según Wired, Pharmaicy comercializa dichos “medicamentos”, a través de códigos, cuyo precio varía dependiendo de la droga de elección. Por ejemplo, por 30 dólares, los usuarios pueden lograr que el chatbot “experimente” los efectos de la marihuana; mientras que, por 70 dólares, los de la cocaína.
Aparentemente, la sustancia más vendida de forma online es la ketamina, que originalmente era usado en la vida real para anestesiar a los caballos. Un dato curioso es que Pharmaicy también tiene en su menú a la ayahuasca, lo que resulta contradictorio, ya que dicha planta es usada en un ritual que requiere preparación de al menos una semana, por lo que, siendo objetivos, la “sensación” que pueda producir no resulta verosímil.











