Mercado Negro entrevistó a Santiago Albé, director creativo de Mercado McCann, la agencia a cargo de “Amor Arbitrario”, quien detalló los insights y el proceso creativo desplegado para la propuesta trabajada en el contexto del Día del Árbitro.
Todo aficionado al fútbol ha propinado duros adjetivos contra un árbitro siquiera una vez. El encargado de ejercer justicia siempre estará en el ojo de la tormenta: desde aguantar cánticos alusivos a su función por parte de las hinchadas hasta evitar pleitos con jugadores y comandos técnicos ante airados reclamos.
Y es que existen profesiones en las que, con suma facilidad, las personas tienden a ser asumidos como “villanos” por descarte. Como si los 22 jugadores que disputan el balón fuesen “los buenos”; y el árbitro, “el malo”.
Esta teoría de “el bien versus el mal” puede genera un debate filosófico, pero en el fútbol o es blanco o es negro. Por eso, abundan los niños que sueñan con ser futbolistas; sin embargo, ¿quién en su sano juicio quisiera ser árbitro?
“Amor Arbitrario”
Precisamente, ese insight fue desarrollado por Mercado McCann para la última campaña de TyC Sports. La pieza publicitaria cuenta la historia de un joven que es hincha de los árbitros. Insólito, pero cierto.
“Hace ya muchos años que venimos trabajando junto a TyC Sports contando historias alrededor del deporte. Dentro de tantas, surgió la historia de un hincha con una pasión especial, una tercera parcialidad para cada partido de fútbol. Mercado McCann es una agencia llena de gente futbolera y en cada trabajo tratamos de plasmar un poquito nuestra forma de vivirlo”, comenta Santiago Albé, director creativo de Mercado McCann.
El video fue trabajado en el contexto del Día del árbitro, que fue el pasado 11 de octubre. El spot posee un potente storytelling, donde el aficionado relata que admira a viejos baluartes como Pierluigi Colina e incluso revela que va al estadio con pancartas en apoyo a la terna arbitral.
“Es un homenaje a la pasión por el fútbol, más allá de la camiseta. Un ejemplo de las cosas inexplicables que hacemos siguiendo esa pasión que a veces no tiene lógica. A partir de ahí comenzamos a imaginar cómo aplicaría la típica relación de un hincha con su club si ese club, en realidad, fuera el equipo arbitral”, detalla Albé.
De esa manera, la campaña explora un inusual vínculo que se basa en el apoyo a quien imparte justicia. El mensaje es que, por más extraña que sea la afición, uno no elige aquello que le apasiona y hay cierta hidalguía en defenderla, pese a que la mayoría no la comprende. Un caso más de que lo que pasa en el fútbol, pasa en la vida.