Para elaborar su informe «The Next Big Arenas of Competition», McKinsey & Company analizó primero los datos de las tres mil empresas más grandes del mundo, correspondientes al período 2005-2020.
En su reciente informe «The Next Big Arenas of Competition», McKinsey & Company presentó las 18 industrias con potencial para remodelar la economía global en los próximos años. Las denominadas “arenas del futuro” se caracterizan por una rápida expansión de los ingresos y cambios sustanciales en la cuota de mercado, a menudo impulsados por los avances tecnológicos y la evolución de los modelos de negocio.
Para determinar estas arenas futuras, McKinsey analizó primero los datos de las tres mil empresas más grandes del mundo de 2005 a 2020. Luego, identificó 12 sectores con un crecimiento extraordinario y los denominó “arenas del presente”. Durante el periodo analizado, estos sectores en promedio cuadriplicaron sus ganancias y multiplicaron por nueve su capitalización en el mercado.
Las “arenas del presente” superaron a las otras industrias en seis métricas clave: ganancias económicas, inversión en investigación y desarrollo, introducción de nuevos competidores, capitalización de mercado, concentración de la capitalización de mercado y operaciones globalizadas.
Basándose en las características de estas arenas actuales, la consultora proyectó 18 industrias que podrían convertirse en las “arenas del futuro”. Estos sectores, tienen el potencial de generar entre USD 29 billones y USD 48 billones en ingresos para 2040, con ganancias que van desde los USD 2 billones hasta los USD 6 billones. Además, se estima que contribuirán con hasta un tercio del crecimiento del PBI mundial en las próximas dos décadas.
El informe segmenta estas arenas en tres categorías: arenas continuas (industrias que ya están experimentando esta dinámica), arenas derivadas (subsegmentos de arenas existentes preparadas para un crecimiento independiente) y arenas emergentes (industrias completamente nuevas). A continuación, se detallan estos tres grupos:
Arenas continuas (Ingresos totales de entre USD 7 billones y 10 billones para 2040)
Se proyecta que cuatro de las doce “arenas del presente” se conviertan en “arenas del futuro”. Estas industrias ya exhiben un alto crecimiento y se espera que esta tendencia se mantenga en el futuro. Se caracterizan por el gran potencial de expansión que poseen tanto a nivel geográfico como en nuevas categorías de productos. Las inversiones en estas arenas suelen ser de tipo escalatorio, es decir, que no solo aumentan la cantidad de producción, sino que también mejoran fundamentalmente la calidad del producto o servicio.
En este grupo se encuentran el comercio electrónico, que se espera siga creciendo gracias a nuevas modalidades como el comercio social y una mayor penetración en mercados emergentes; los vehículos eléctricos, impulsados por la creciente demanda de opciones sostenibles y la mejora en la tecnología de baterías; los servicios en la nube, que se benefician de la migración continua de empresas y las necesidades computacionales de la IA; y los semiconductores, cuya demanda seguirá en aumento debido a las innovaciones en áreas como la informática, la automoción y las comunicaciones inalámbricas.
Arenas derivadas (Ingresos totales de entre USD 2 billones y USD 6 billones para 2040)
Estas arenas son subsegmentos de arenas existentes que están cobrando suficiente tamaño e impulso como para convertirse en arenas independientes. Estas se originan a partir de un cambio tecnológico o de modelo de negocio específico que las separa de la arena principal y las coloca en su propia curva de crecimiento. En esta categoría se ubican 3 arenas.
La publicidad digital, derivada del internet de consumo, se encuentra impulsada por el aumento del tiempo que los consumidores dedican a los medios digitales y la innovación en formatos publicitarios; el software y los servicios de IA, derivados del software, viene siendo favorecidos por el auge de la adopción empresarial de la IA analítica y generativa; y el streaming de video, derivado del entretenimiento de video y audio, que experimenta el considerable aumento global en suscripciones y publicidad.
Estas arenas derivadas suelen presentar una alta competencia e inversión en investigación y desarrollo, a medida que las empresas buscan diferenciarse y capturar cuota de mercado.
Arenas emergentes (Ingresos totales de entre USD 19 billones y 30 billones para 2040)
Las otras 11 arenas del futuro son emergentes. Estas industrias son completamente nuevas en comparación con las existentes, aunque algunas de sus tecnologías facilitadoras pueden ser similares a las de otras industrias actuales.
Estos sectores se encuentran en las primeras etapas de sus curvas de crecimiento, cada uno con un nivel de madurez particular. Además, se caracterizan por la innovación disruptiva y la entrada continua de nuevos competidores. El crecimiento y el dinamismo de estas arenas dependerán de factores como el progreso tecnológico, la regulación, la viabilidad financiera y la aceptación por parte del consumidor.
En este grupo se encuentran los vehículos autónomos compartidos, la exploración espacial comercial, la ciberseguridad, las baterías, los videojuegos, la robótica, la biotecnología industrial y de consumo, la construcción modular, las centrales nucleares de fisión, la movilidad aérea futura y los medicamentos para la obesidad.
¿Cómo América Latina y el Perú pueden capturar valor en estas nuevas arenas?
América Latina presenta una subrepresentación en las arenas actuales, lo que implica un amplio margen de crecimiento. Sectores como la electromovilidad, con la creciente demanda de litio, níquel y cobre, ofrecen una oportunidad para países como Perú, Chile y Brasil, ricos en estos minerales. Asimismo, la importancia de la agricultura en la región abre posibilidades en la biotecnología, con startups locales atrayendo inversión extranjera.
Para capturar valor en estas arenas, América Latina podría enfocarse en desarrollar capacidades específicas. En el caso de las baterías, la región podría no solo exportar materias primas, sino también participar en etapas posteriores de la cadena de valor, como la refinación, producción de material activo y fabricación de celdas. En la industria espacial, se pueden explorar alianzas con jugadores globales para desarrollar servicios satelitales, aprovechando la experiencia de empresas como la brasileña Embratel Star One.
Finalmente, es crucial que la región supere el desafío demográfico y fomente la inversión en productividad. Mientras que el crecimiento económico de América Latina en los últimos 25 años ha dependido principalmente del aumento demográfico, a nivel global, el crecimiento ha sido impulsado por la inversión en productividad. Para participar competitivamente en las “arenas del futuro”, la región puede invertir en innovación, tecnología e infraestructura, y fomentar un entorno propicio para el desarrollo de nuevas industrias y la atracción de talento. El Perú, en particular, puede aprovechar sus recursos naturales y su creciente ecosistema digital para insertarse en estas arenas, enfocándose en sectores como la minería, la biotecnología y el desarrollo de software.