El informe ‘De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales’ indica que los menores pasan cuatro horas diarias en las pantallas. Los especialistas señalan que esta exposición a la tecnología mantiene a los jóvenes en constante estado de alerta y perjudica su concentración
Está presente en todo. Hoy por hoy, la vida de un adulto funcional está estrechamente vinculada a la tecnología. Lo que implica desde necesidades de comunicación hasta de entretenimiento. En el caso de las generaciones más jóvenes sucede igual; sin embargo, los padres y docentes advierten de sus efectos en cuanto a concentración. ¿El uso de tecnología perjudica la concentración en los jóvenes?
Linda Stone, consultora de compañías como Apple o Microsoft da luces al respecto. La especialista indica que estar disponibles en todo momento a través de la tecnología genera un estado de alerta constante que no permite concentrarse en una actividad durante mucho tiempo.
El informe de Qustodio, ‘De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales’ indica que los menores pasan una media de cuatro horas frente a las pantallas. Dicha cifra va al alza con el pasar de los años. Además, el aumento de uso implica una mayor cantidad de estímulos. El recibir notificaciones en el dispositivo provocan saltar de una cosa a otra. Esta acción es sinónimo de nunca llegar a enforcarse del todo en una misma tarea. Así es como la concentración se ve perjudicada
Cómo combatir el impacto de la tecnología en la concentración de los jóvenes
Qustodio ofrecen los siguientes consejos para mejorar la atención de los niños, sin dejar de lado la tecnología como herramienta de apoyo:
Limitar el uso de la tecnología de forma adecuada. Un exceso de uso puede acabar siendo perjudicial. Se puede emplear alguna herramienta de bienestar digital como Qustodio, que ayuda a aplicar las normas con respecto a los límites de tiempo generales, las aplicaciones que usan, entre otras.
Hacer descansos. Según los profesionales, el cerebro no puede mantener la atención por un período de tiempo largo sostenido, de forma que después de 15 minutos la atención disminuye. Para poder recuperarla es importante hacer descansos breves que permitan a los niños retomar la tarea estando más frescos.
Descansar y dormir lo necesario. Cuando se duerme mal y poco cuesta más rendir al día siguiente, y los niños no son una excepción, es importante conseguir una buena rutina de sueño. Para ello mantener los dispositivos electrónicos fuera de su cuarto por la noche les puede ayudar a no tener distracciones y conciliar mejor el sueño.
Pasar tiempo fuera de casa. El sol, el aire fresco, moverse y la tranquilidad de estar al aire libre contribuyen a mejorar el desarrollo mental y la atención al no estar rodeados de estímulos.
Tener una dieta equilibrada. Es importante que esta contenga un aporte adecuado de proteínas, frutas y verduras, grasas saludables y carbohidratos. Una buena alimentación es esencial para afrontar cualquier actividad con energía.
Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, explica: “La concentración es fundamental para poder llevar a cabo cualquier tarea. Los niños necesitan aprender a focalizarse en una actividad para sacar un mayor rendimiento a lo que hacen. Por eso, un uso moderado de la tecnología es primordial para trabajar la concentración”.