Mercado Negro entrevistó a Alejandro Lavalle, especialista en gestión musical y fundador de “Aquí suena Perú”, plataforma peruana de musicalización legal para negocios, quien explicó la estrategia musical aplicada, de acuerdo al perfil de los consumidores.
El branding musical en los establecimientos cumple un rol clave en la construcción de identidad de marca. La música funciona como un elemento sensorial que comunica valores, personalidad y posicionamiento sin necesidad de palabras. Esto quiere decir que un playlist bien curado puede transmitir si una marca es moderna, sofisticada o disruptiva, reforzando la percepción de los consumidores que ingresan a los locales.
Siguiendo esa línea, la música influye directamente en el comportamiento del consumidor dentro del punto de venta. Factores como el ritmo, el volumen y el género musical pueden afectar el tiempo de permanencia y, por ende, la disposición a gastar. Una selección musical alineada con el público objetivo puede generar mayor comodidad, reducir la sensación de espera y aumentar la probabilidad de compra.
Después de todo, cuando la música de una tienda es consistente con la comunicación en redes, publicidad y otros espacios físicos, se fortalece el reconocimiento y la recordación de marca. Mercado Negro entrevistó a Alejandro Lavalle, especialista en gestión musical y fundador de “Aquí suena Perú”, plataforma peruana de musicalización legal para negocios, quien explicó la estrategia musical aplicada, de acuerdo al perfil de los consumidores.
¿Cómo pueden las marcas aprovechar la música?
“Aquí suena Perú” tiene más de dos años trabajando con cadenas como Casa Andina, Barbarian, Chili’s, Isolina, Pizza Hut, La Huaca Pucllana, Casinos CIRSA, Atlantic City, entre otros. La compañía está encargada de la estrategia musical que impacta en la experiencia del cliente y lo hace, a través de su software “Mood Creator”, el cual crea playlists basados en determinados géneros, tempos promedios y la suficiente energía, de acuerdo al perfil de los consumidores.
“La música siempre ha sido clave de las experiencias: la publicidad, la televisión, el cine, lo que llamamos el soundtrack. Siempre ha sido parte vital de cómo percibimos lo que estamos viendo, escuchando y haciendo. Por eso, también influye en la forma en que compramos, cómo percibimos la marca y el tiempo que pasamos en una tienda”, comenta Lavalle.
Para ello, “Aquí suena Perú” está enfocada en ayudar a las marcas a transformar la experiencia del cliente en un punto de venta. “Esto puede ser por medio de un playlist con géneros que reflejan los gustos de su público, pero creo que ya es hora de ir más allá y considerar a la música como un elemento persuasivo”, agrega Lavalle.
El caso de Zara
Un ejemplo conocido de branding musical es el de las tiendas Zara, las cuales, sin importar su filial, están asociados con la música house o electrónica. La propuesta de la marca de moda fast fashion está fuertemente ligada a una estética contemporánea, por lo que su playlist es una extensión del lenguaje cultural que conecta con sus audiencias.
Ello no solo hace que Zara sea vista como una empresa trendy y moderno, sino que incluso ha hecho que distintos generadores de contenido creen videos al respecto. “En el ejemplo de Zara hay varias cosas claras. Primero, la marca elige la personalidad que la electrónica trae, a través de sus subgéneros y artistas. En segundo lugar, el playlist elaborado está planeado para que los consumidores que ingresen a la tienda empiecen inclusive a caminar a un determinado ritmo. De esa forma, más allá del precio, los visitantes están siendo parte de una experiencia diseñada para que no olviden su visita y conecten con la marca”, explica Lavalle.
Errores comunes en el branding musical
Para terminar, Lavalle identifica los siguientes errores comunes de branding musical que cometen los negocios:
- Pensar que el playlist no tiene importancia y poner cualquier música de fondo.
- Confundir los gustos personales con el valor de la marca.
- No acudir a especialistas que conocen ritmos y sonidos que impactan al consumidor.
“Modernizar no solo implica incluir música contemporánea, sino también replantear la estrategia. Un cambio no planeado le puede hacer mucho daño a la marca, pero uno que es constante y se afina día a día puede adaptarse a las tendencias y atraer nuevos clientes”, acota el especialista.









