La guerra entre Irán e Israel, con la participación activa de EE.UU., ya está provocando efectos económicos a nivel global, y Perú no es ajeno. Estos son los principales impactos previstos para la economía peruana.
En los últimos días, la tensión en Medio Oriente ha escalado a niveles dramáticos, generando efectos económicos globales y despertando la preocupación de países como Perú por un posible impacto en el precio del petróleo y otros bienes clave. El conflicto entre Irán e Israel, con una participación cada vez más activa de Estados Unidos, ha encendido las alarmas internacionales.
En MERCADO NEGRO, conversamos con dos especialistas en economía para conocer su lectura sobre las principales consecuencias de este conflicto y cómo podrían afectar al Perú.
Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de ComexPerú, advirtió que la crisis podría impactar directamente en los precios de los combustibles en el mercado local, afectando costos logísticos y de producción.
«Todo conflicto geopolítico, militar y, peor aún, el estallido de una guerra genera mucha incertidumbre sobre el abastecimiento de productos a nivel mundial. En el caso particular del conflicto entre Israel e Irán, sus efectos en la cotización internacional del petróleo no se hicieron esperar, especialmente por el riesgo de afectación a infraestructuras estratégicas como el estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del comercio global y alrededor del 30% del comercio mundial de petróleo», dijo.
Por otro lado, Jorge Luis Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la UPC, manifestó que el conflicto puede generar una reducción en la oferta global de petróleo.
«Esto puede provocar una subida en los precios internacionales del crudo, como lo hemos podido apreciar en los últimos días. Dado que Perú es un importador neto de combustibles, cualquier aumento en la cotización del petróleo Brent o WTI se traduce en mayores costos de importación, afectando directamente los precios en las estaciones de servicio. Además, aunque se cuente con mecanismos de estabilización como el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), estos tienen límites y no pueden absorber incrementos muy prolongados o abruptos», indicó.

Sectores más afectados
Para Jorge, los sectores más vulnerables ante un incremento sostenido en el precio del petróleo son los sectores intensivos en el consumo de combustibles como:
- Minería: pese a ser un motor económico, también podría enfrentar mayores costos de operación.
- Transporte y logística: tanto el transporte de mercancías como el público urbano dependen en gran medida del diésel y otros derivados del petróleo.
- Agroindustria: por su alto uso de transporte y maquinaria agrícola.
- Pesca industrial: que requiere grandes volúmenes de combustible para las embarcaciones.
- Manufactura e industria pesada: donde los costos de producción pueden elevarse por el mayor precio de insumos energéticos.
Por su parte, Rafael señala que hablar de sectores con mayor o menor vulnerabilidad dependería de la duración del conflicto.
«Un alza sostenida del precio del petróleo afectaría directamente los costos del transporte, ligado a la mayoría de cadenas productivas y de distribución, lo que se traduciría en un aumento de los precios finales. Un sector a tomar en cuenta sería el agrícola. Un precio elevado del petróleo incrementaría el costo de los fertilizantes a nivel global, ya que el petróleo es un insumo clave para su producción. Es decir, mayores costos para los agricultores y un aumento de precios de los alimentos», comentó.

Medidas por parte del gobierno peruano
Rafael Zacnich admite que, si bien el Perú cuenta con un Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, este tiene un costo fiscal bastante elevado, sobre todo en periodos de altos precios de petróleo.
«Solo en 2022 el saldo de obligaciones fue de casi S/ 6,000 millones. Repetir un escenario como el de 2022, o que sea uno de mayor intensidad, afectaría las cuentas fiscales. Para mitigar los shocks externos, es urgente que atendamos los problemas estructurales del sector hidrocarburos. Como mencionamos anteriormente la producción local es de apenas 44,000 barriles diarios, y nuestra economía necesita de al menos 270,000 barriles diarios. Es urgente romper con las barreras burocráticas y entrampamientos que existen para la inversión en exploración y explotación petrolera en nuestro país. Esta no supera ni los US$ 400 millones», expresó.
Por último, Jorge Luis Ojeda agrega que el gobierno peruano puede adoptar una combinación de medidas de corto y mediano plazo. Estos son:
- Fortalecer el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC): ampliando su cobertura y financiamiento temporalmente.
- Política monetaria coordinada con el BCRP para contener presiones inflacionarias.
- La promoción de fuentes energéticas alternativas o más baratas como el gas natural vehicular (GNV) y negociaciones bilaterales para asegurar suministro.
Está claro que los efectos del conflicto en Medio Oriente se irán evidenciando con el paso de los días, dependiendo de cómo evolucione la situación y de las medidas que adopten los países involucrados. A mediano plazo, estos impactos podrían extenderse a economías como la peruana, especialmente en lo relacionado al precio del petróleo.
Se espera que desde el gobierno peruano se implementen medidas preventivas que apacigüen posibles repercusiones y eviten un impacto drástico en la estabilidad económica del país.