Según el Reporte de Burnout Laboral 2025 de Buk, esta cifra (16%) es la más alta entre los países analizados en Latinoamérica, superando a Colombia, México y Chile.
El síndrome de burnout representa un estado de agotamiento físico, mental y emocional que afecta a los trabajadores, como resultado del estrés laboral crónico y no gestionado. Este trastorno se caracteriza por una sensación de sobrecarga, pérdida de motivación y un sentimiento constante de no estar cumpliendo con las expectativas.
Dentro de lo síntomas del burnout están el agotamiento emocional, así como la despersonalización que hace que los empleados actúen en modo automático. Tarde o temprano esa carga afecta la calidad de vida de las personas y disminuye su productividad, lo que causa más frustración.
El caso de Perú
De acuerdo al Reporte de Burnout Laboral 2025 de Buk, 1 de cada 6 peruanos experimenta ese síndrome de agotamiento profesional. Dicha cifra (16%) es la más alta entre los países analizados en Latinoamérica, superando a Colombia, México y Chile.
Asimismo, el informe de Buk revela que los más jóvenes son los más afectadas: el 17% de la generación Z y el 14% de los millennials presenta burnout frecuente. Por otro lado, las mujeres, las personas neurodivergentes y quienes pertenecen a la comunidad LGBTQ+ reportan niveles de agotamiento significativamente más altos que otros encuestados.
Los principales factores que explican el alto nivel de burnout en el Perú están directamente relacionados a la experiencia del colaborador. Un 23% de quienes están insatisfechos con la flexibilidad laboral presenta burnout frecuente, al igual que un 27% de los que no se sienten reconocidos por su trabajo.
Debido a ello, el 49% de los trabajadores peruanos con burnout frecuente desea cambiar de empleo, y cuatro de cada diez no recomendaría su empresa como un buen lugar para trabajar. “Las cifras sobre Perú deben hacernos entender que estamos ante un modelo de trabajo que ya no responde a las expectativas ni a la salud de las personas. Las organizaciones deben repensar cómo están gestionando el talento si quieren atraer y retener a las nuevas generaciones. Promover el bienestar ya no es un beneficio negociable, es una condición para la sostenibilidad del negocio”, comenta Sebastián Ausin, Country Manager de Buk en Perú.