En el aniversario de su nacimiento, Mercado Negro comparte dos publicidades que incluyen al artista húngaro que fue enterrado con una capa negra similar a la de la figura que interpretó en teatro y cine.
Bela Lugosi, cuyo nombre real era Béla Ferenc Dezső Blaskó, nació el 20 de octubre de 1882 en Lugos, una ciudad que entonces formaba parte del Imperio austrohúngaro y hoy es territorio de Rumanía. A los 18 años se unió a una compañía teatral en Hungría y adoptó el nombre artístico de Lugosi en honor a su ciudad natal.
Durante décadas, trabajó en teatros de Budapest y participó en películas mudas, lo que le permitió forjar una carrera sólida antes de emigrar a Alemania y, posteriormente, a Estados Unidos. Lugosi comenzó a participar en producciones locales en Nueva York y en 1927 fue elegido para interpretar al Conde Drácula en la adaptación de la novela de Bram Stoker, realizada por Hamilton Deane y John L. Balderston.
La obra se convirtió en un éxito en Broadway, por lo que Universal Pictures contrató a Lugosi como protagonista de la versión cinematográfica de “Drácula” (1931), dirigida por Tod Browning. El filme logró catapultarlo al estrellato y consolidó su nombre como una asociación directa al rostro del conde vampiro.
Los demonios del Conde Drácula
Pese a ello, la fama adquirida por el personaje funcionó como un arma de doble filo, pues lo encasilló en roles del género del terror, lo que le impidió acceder a papeles más variados. En 1948, Lugosi interpretó por última vez al Conde Drácula en la película “Abbott y Costello conocen a Frankenstein”.
No obstante, con el paso de los años, su carrera comenzó a decaer y le costó adaptarse a los nuevos estilos de actuación. En paralelo, Bela Lugosi tuvo que enfrentar sus propios demonios: sufrió de dolores crónicos en la espalda y desarrolló una adicción a la morfina.

Por todo lo descrito, su situación económica era precaria y, en sus últimos años como artista, Lugosi actuó en películas de bajo presupuesto. Fue así que conoció a Ed Wood, un director que era fanático de su trabajo, y juntos grabaron “Glen o Glenda” (1953), “La novia del monstruo” (1956) y “Plan 9 del Espacio Exterior” (1959, estrenada póstumamente).
Durante sus últimos años de vida, circuló el rumor por Hollywood de que Bela Lugosi realmente estaba convencido de que era un vampiro. Esto nunca fue comprobado, pero en la película “Ed Wood” de Tim Burton se le presenta como un tipo siniestro y de manías.
Lo que sí es cierto es que, tras su fallecimiento el 16 de agosto de 1956, Lugosi fue enterrado vestido con la característica capa negra de Drácula. Su vida refleja la historia de un artista apasionado que dio forma a uno de los íconos más duraderos del cine, aunque eso hizo que el personaje lo consuma.
El terror en la publicidad infantil
La relevancia de Bela Lugosi como la primera versión de Drácula que adquirió popularidad fue tal que incluso décadas después de su muerte sigue formando parte de la cultura popular. De hecho, en 1987 protagonizó un comercial de cereales de ‘Count Chocula’.
La publicidad insertó un clip de Lugosi en su papel de Drácula, diciendo “I never drink… Wine” en la película de 1931. Dicha escena está superpuesta a una en la que aparece una niña comiendo esa marca de cereales, mezclando el film clásico con animación más moderna.
Además, en 1988, la imagen de Lugosi apareció en un spot publicitario de Monster Cereals, una marca de cereales con personajes del cine de terror. El video promocionaba la presentación de los “Monstermallows”.
El comercial muestra imágenes en blanco y negro de Lugosi como Drácula junto a otros monstruos clásicos. Estos son vistos por un grupo de niños que se encuentra desayunando, combinando el material visual de manera que conecta con el universo del vampiro más famoso.