La marca presenta una nueva campaña que refuerza su enfoque humanista y propone a la tecnología como una aliada para preservar recuerdos y sostener la conexión emocional entre las personas.
Este año, Movistar ha decidido construir un relato navideño desde la ausencia: ese vacío silencioso que dejan quienes ya no están y cuyo lugar permanece libre en la mesa navideña. En ese sentido, la marca plantea cómo la tecnología puede ayudar a transitar ese momento, no para reemplazar, sino para acompañar.
La pieza se inscribe dentro de una línea de comunicación que la marca viene desarrollando en los últimos años, donde la infraestructura y la innovación quedan en segundo plano frente a las historias humanas. Aquí, la conexión no se mide en velocidad ni en cobertura como otras campañas, sino en la capacidad de sostener la memoria colectiva de una familia.
Movistar y la tecnología como compañía, no como reemplazo
Ideada por la agencia Oriol Villar y producida por ROMA, la campaña narra la experiencia de una familia que enfrenta su primera Navidad sin el abuelo, una pieza fundamental en la vida de todos sus integrantes. En esta ocasión, el duelo no se aborda desde el dramatismo explícito, sino desde la cotidianidad y las pequeñas decisiones que buscan mantener vivo su recuerdo. Fotografías y audios almacenados a lo largo del tiempo se convierten así en un puente emocional que permite reconstruir la presencia del familiar desde lo digital.
Por su parte, el claim “La red que nos une” resume el posicionamiento de la marca de la tecnología como soporte de los vínculos, no como fin en sí mismo. La campaña insiste en esa idea al presentar la conexión como una experiencia humana antes que técnica. En esa misma línea, el lema se adapta al relato con la frase “Es por los Gracia. Es por todos”.
Aitor Goyenechea, Director de Publicidad, Marca y Patrocinios de Telefónica y Movistar España, destacó el enfoque elegido en conversación con el medio ReasonWhy: “Una historia que nos habla de familia, memoria y recuerdos. De los vínculos que nos conectan con los que han estado, están y estarán. Y de esa red invisible que nos une”. Y añadió: “Esta campaña tiene algo especial. No por lo grande, sino por lo delicada. Porque no siempre es fácil, ni cómodo, hablar de memoria, de ausencia o de vínculos. Pero creemos que, cuando se hace con cariño, respeto y verdad, las marcas pueden acompañar”.










