La Fundación Vicki Bernadet impulsa una iniciativa que reemplaza el tradicional homenaje silencioso por un llamado urgente a hablar, denunciar y proteger a la infancia.
Cada año, el Día Internacional para la Prevención del Abuso Sexual Infantil invita a reflexionar sobre una problemática que continúa creciendo y que aún encuentra resistencia social para abordarse con franqueza. En este contexto, la Fundación Vicki Bernadet presentó “Un minuto de no silencio”, una campaña que busca transformar la forma en que la sociedad acompaña a las víctimas y visibiliza lo que ocurre cuando los adultos eligen callar.
La pieza, desarrollada por Ogilvy con la producción de Hogarth, inicia con un minuto solemne que imita los homenajes públicos habituales. Sin embargo, ese espacio de silencio se interrumpe por las voces de sobrevivientes que pronuncian los nombres de quienes abusaron de ellos, entre maestros, familiares o personas de confianza.
La Fundación Vicki Bernadet y la invitación a romper la costumbre de callar
El equipo creativo explica que la campaña busca salir de los formatos tradicionales y aterrizar la discusión en un gesto cotidiano. “Silencio, secreto, oscuridad… estos son los mejores aliados de los abusadores”, señala Enrique Almodóvar, director creativo de Ogilvy Barcelona. La reflexión surge luego de seis años de trabajo sostenido para la fundación y marca un punto de quiebre en su enfoque comunicacional.
La propia fundación refuerza el mensaje con cifras que estremecen. En España, casi un tercio de jóvenes entre 18 y 30 años asegura haber vivido algún tipo de violencia sexual en su infancia. A eso se suman otros indicadores igual de graves: casi la mitad sufrió violencia psicológica y un 40% violencia física en sus primeros años.
La presidenta de la organización, Vicki Bernadet, subraya la urgencia de involucrar a toda la sociedad, no solo a especialistas. “Actualmente, no hemos logrado romper el techo de cristal que representan las familias y los ciudadanos. Debemos encontrar la forma de establecer una responsabilidad global y comunitaria para la protección de los niños”, afirma.










