Por Rocío Arbulú
Cada vez es más frecuente que las empresas entren a la onda de “convertirse en 2.0”, es decir, de contar con canales para que el colaborador pueda expresarse. Ya es sabido que el buzón/email de sugerencias no funciona, pues estos mensajes se quedan para siempre olvidados ahí, sin tener nadie que las responda.
Está de moda decir que queremos conectarnos con nuestros colaboradores a través de herramientas más ágiles e innovadoras. Eso está perfecto, pero recordemos que son personas las que manejan estas herramientas y depende de ellas que funcionen o no.
Me han preguntado varias veces: “si hice todo según el manual, ¿por qué en mi empresa, y no en tal o cual, falló la red colaborativa que compré? Invertí miles de dólares, hice una linda campaña y hasta creé un perfil para mi líder, pero nada de nada”. Pues, en mi opinión, sencillamente falló porque muy en el fondo no se creía en ella, no hubo una entrega completa ni la valentía suficiente para afrontar que te digan en la cara (o en la red) algo que pueda resultar incómodo. Porque hasta ahora se cree que “si no me entero, no está pasando”.
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Para que una red colaborativa funcione, hay varias cosas que tomar en cuenta más allá de lo técnico, aquí algunas preguntas que puedes hacerte para empezar:
- ¿Entienden mis principales líderes la importancia de tenerla? No digo que la amen, solo que la entiendan y estén dispuestos a participar de alguna manera.
- Estas redes nos colocan en igualdad de condiciones, en internet todos somos iguales, ¿esto es coherente con la cultura que está buscando mi organización? ¿queremos ser o somos una empresa horizontal?
- ¿Qué haré con el feedback y la información que ahí obtenga de mis contenidos? ¿estoy dispuesto/a a trabajar colaborativamente y a no picarme si critican públicamente algo de mi chamba?
- ¿Vamos a responder a las preguntas que surjan en los posts o comunidades o las dejaremos ahí por siempre como pasaba con el buzón de sugerencias?
- Si estoy en Recursos Humanos o Comunicaciones, ¿estoy dispuesto a realizar un trabajo de hormiguita para evangelizar a mis colaboradores sobre los beneficios de la red? Una herramienta de este tipo no puede ni debe ser manejada íntegramente por el departamento de CI, es propiedad de todos, aunque nosotros la supervisemos.
- El estilo de la comunicación interna de mi empresa (imagen, tono, etc) es congruente con este tipo de herramientas? ¿O sigo teniendo una imagen plana, lenguaje anticuado y larguísimas frases para decirlo todo?
Y para terminar dos reflexiones que pueden ayudarte a perder algunos temores:
- No te preocupes tanto porque se generen conflictos con algunos colaboradores, en público y por la red. Recuerda que en redes internas de este tipo todos aparecemos con nombre y apellido, por lo que todos tenemos una reputación digital que cuidar.
- No se trata de censurar temas a tratarse en la red, pero sí debemos ser cuidadosos y dejar claro que en este canal también actuamos según el reglamento de conducta de la empresa.
Los millenians, y hasta los cuarentones como yo, queremos hablar no solo para pedir mas beneficios o quejarnos de algo. Lo que de verdad nos interesa es ofrecer nuestras ideas innovadoras, sentir que aportamos, dar a conocer esas inquietudes que posiblemente se resuelvan fácilmente pero que no sabemos a dónde dirigir. La gente va a hablar en tu cara o en el pasillo, creo es mejor saber lo que están diciendo para hacer algo al respecto. Ahora, si no harás nada con lo que te dicen, mejor sigue en la era de la comunicación de una sola vía, evita desilusionar a tus colaboradores con falsas promesas de escucha activa.
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