Bajo el slogan “Ña Pancha regresó para acompañarte en las tareas del hogar” la campaña causó polémica en redes sociales por considerarse discriminatoria.
La llegada del internet les ofreció a las marcas un sinfín de canales por los que poder comunicar su contenido tanto a sus clientes como a su público objetivo. Esta novedosa oportunidad llegó en el momento en el que los consumidores comenzaban a exigir mayor transparencia y honestidad, así como la exposición del propósito de marca que usualmente está ligado a contribuir con alguna problemática mundial como la hambruna, el cambio climático, el acceso a la educación o el racismo.
Con el auge del movimiento Black Lives Matter después del asesinato del afroamericano George Floyd, se ha cuestionado la imagen de las compañías y su papel para luchar contra la discriminación racial. En este sentido, Pepsico decidió retirar del mercado su marca de panqueques Aunt Jemima por considerar que su origen es racista, pues la imagen se inspiró en una trabajadora misionera que nació en la esclavitud.
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Recientemente en nuestro país se ha generado polémica por el relanzamiento de la marca ‘Ña Pancha’ con la imagen de la afrodescendiente Esther Chávez en la campaña de redes sociales bajo el slogan “Ña Pancha regresó para acompañarte en las tareas del hogar”.

Entre los numerosos cuestionamientos destaca el de Marco Avilés, periodista y escritor peruano especialista en temas de racismo y discriminación, quien critica a los realizadores de este tipo de publicidad en medio de la coyuntura que atraviesa el mundo.
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Tras las críticas y acusaciones de racismo en contra de Ña Pancha, la marca retiró la imagen de Esther Chávez de sus publicaciones en Instagram.

¿Quién fue Esther Chávez?
De acuerdo con La República, el sociólogo y crítico de cine Fernando Vivas recogió en el 2012 la historia de esta madre afroperuana que, a causa de la necesidad de criar a sus hijos en la soledad, tuvo que dejar su trabajo como ama de casa y dedicarse a vender escobitas de San Martín de Porras en los conventos del Rímac.
Ahí conoció al actor ecuatoriano Hugo Bernel, que la metió a una obra de teatro dedicada al santo. Luego interpretó a “mamá Dolores” en la telenovela El derecho de nacer (1962). Asimismo, también participó en obras de Osvaldo Catonne y en producciones como “Carmín”, “Más allá del horizonte” e “Isabella”.

La imagen de Esther Chávez en la marca de detergente no era cuestionada en los años 50 y 60, pues era usual encontrar a mujeres afroperuanas dedicadas a lavar ropa por encargo bajo el estereotipo de su habilidad innata para la tarea.
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