Mientras el horizonte de Nueva York sirve como telón de fondo constante, las imágenes buscan destacar la conexión personal de White con la ciudad.
La ciudad que nunca duerme acoge la última hazaña de Jeremy Allen White, el famoso actor de “The Bear” y reciente ganador del Emmy, quien ha dejado huella en la Gran Manzana con su debut en la campaña publicitaria de ropa interior de Calvin Klein.
Capturadas por el fotógrafo Mert Alas, las imágenes revelan a White en la cima de un edificio, bañado por el sol y desafiando las convenciones al posar sin camisa o sin pantalones, pero siempre vistiendo la ropa interior de la firma de Estados Unidos.

El estilo austero de White, encapsulado en clásicas camisetas sin mangas blancas al estilo de íconos como Marlon Brando y Paul Newman, establece un estándar alto para el aspirante a rompecorazones. La campaña es más que una exhibición de moda; es un homenaje a la ciudad natal tanto de White como de Calvin Klein: Nueva York. Las imágenes son una oda visual a la ciudad que nunca deja de inspirar y que ha sido un telón de fondo constante para la marca de moda.
«No vi esto necesariamente en mi futuro», comentó modestamente White sobre su participación en la acción publicitaria. Una confesión que resalta la sorpresa y el honor que siente al seguir los pasos de otros destacados embajadores de Calvin Klein como Michael B. Jordan y Jung Kook de BTS. La marca ha logrado transformar a estos talentosos individuos en símbolos de una masculinidad deseable, desafiando estereotipos y destacando la excepcionalidad en lo común.

Para White, acostumbrado a interpretar roles en pantalla, la campaña representa un nuevo capítulo en su carrera. Después de su participación en «Shameless» y su papel en el aclamado drama «The Bear», el actor se embarca en un proyecto cinematográfico con A24, «The Iron Claw», una película biográfica sobre los hermanos Von Erich de la lucha libre profesional de los años 80.
El video que acompaña la campaña de Calvin Klein lleva a los espectadores más allá de las imágenes estáticas y revela la historia de White. Desde un trote en cámara lenta por las escaleras hasta un striptease que desafía la gravedad, el actor muestra su versatilidad y carisma en cada fotograma. Las representaciones de la masculinidad, a veces tóxicas, que ha encarnado en sus roles anteriores contrastan con la frescura y autenticidad que aporta a la campaña de Calvin Klein.
Mientras el horizonte de Nueva York sirve como telón de fondo constante, las imágenes buscan destacar la conexión personal de White con la ciudad. La campaña no solo celebra la moda y la individualidad, sino que también rinde homenaje a la ciudad que ha sido testigo de la evolución de la marca y el crecimiento del actor.

