La marca sueca y McCann España estrenan su nuevo spot festivo, con una historia que pone en primer plano la desconexión emocional dentro del hogar y rescata el valor de estar presentes.
En plena era del multitasking y las notificaciones constantes, Ikea aprovecha la temporada navideña para lanzar un recordatorio incómodo, pero necesario: no basta con estar, hay que estar de verdad. La marca regresa con una campaña que invita a bajar el ritmo y mirar de nuevo hacia el hogar como espacio de conexión y presencia plena.
«El mejor regalo es estar presente» marca su regreso a la publicidad navideña tras una pausa irregular en los últimos años. La historia se construye desde la mirada de un niño que, lejos de pedir juguetes o pantallas, reclama tiempo de calidad con sus padres. Su manera de expresarlo es pedir de regalo una estantería Billy, uno de los productos más emblemáticos de la marca, porque ensamblarla requiere al menos de dos personas.
Ikea y el hogar como territorio emocional
La campaña, ideada por McCann Madrid y dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, conecta con una línea narrativa que Ikea ha explorado antes: la tensión entre la convivencia física y la distancia emocional. La marca sabe que el hogar ya no solo se vincula con decoración o funcionalidad, sino con la forma en que nos relacionamos.
«Es una época donde el hogar se convierte en epicentro de emociones y relaciones. Buscamos conectar con la sociedad y abrir conversación en temas importantes», explica Gabriel Ladaria, Director de Marketing de Ikea en España para ReasonWhy. La estrategia, añade, no persigue únicamente awareness estacional, sino construir afinidad y recuerdo a largo plazo.
La campaña también abre un nuevo capítulo dentro de la historia navideña de Ikea, que ha explorado este territorio desde piezas como «La otra carta» (2014) o «Familiarizados» (2018), donde el foco también estuvo puesto en el valor del tiempo compartido y las desconexiones digitales.
La marca complementa el discurso con acciones internas y comerciales, desde servicios de diseño de espacios para favorecer la desconexión hasta políticas de desconexión digital para sus equipos. El objetivo es que el storytelling no se quede solo en el spot, sino que aterrice en la vida real.










