La aerolínea española apela a una escena cotidiana de los vuelos para construir su campaña navideña y conectar personas en los momentos que realmente importan.
El sonido de un bebé llorando en un avión suele activar incomodidad, miradas cruzadas y silencios incómodos. En ese sentido, Iberia decide partir de esa experiencia compartida para resignificarla y transformarla en el eje emocional de su campaña de Navidad. En lugar de esquivar el conflicto, la aerolínea lo abraza y lo convierte en relato.
Así nace “El vuelo de Clara y Mateo”, ideada por McCann y producida por Pueblo, una pieza que se instala en el territorio de los reencuentros familiares y vuelve a poner el foco en el valor simbólico del viaje más allá del traslado.
Cuando una molestia se transforma en propósito para Iberia
La historia se desarrolla a bordo de un vuelo transatlántico. Una familia viaja desde Estados Unidos para que un bebé conozca por primera vez a sus abuelos. El llanto del pequeño Mateo genera la reacción esperada entre los pasajeros, hasta que la tripulación y su hermana mayor construyen un relato que resignifica el momento al ver al bebé no como una incomodidad, sino como el regalo de Navidad de alguien más.
Con este giro, Iberia vuelve a apoyarse en una narrativa íntima y reconocible, una fórmula que la marca ha trabajado de forma consistente en los últimos años. La campaña no apuesta por el espectáculo ni por la exageración visual, sino por una escena mínima que conecta con la experiencia real de volar.
“Esta Navidad miles de bebés subirán a un avión. Si se sienta uno a tu lado, recuerda que puede ser el regalo de alguien”, plantea la aerolínea en el cierre del spot, condensando el mensaje central sin caer en el subrayado excesivo.
Desde la marca, el enfoque responde a una línea clara de comunicación. “En Iberia conectamos personas por el mundo durante todo el año, pero en Navidad este propósito se hace aún más real, más verdad”, señaló Gemma Juncá, Directora de Marca y Marketing de Iberia. “Para Iberia, es maravilloso poder contar cada año esas historias que ocurren en Navidad dentro de nuestros aviones, y que hacen que de alguna manera podamos tocar el corazón de nuestra sociedad”, concluyó.









