La propuesta se basa en la afirmación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que restringir la comercialización del alcohol es una de las mejores formas de atajar el consumo abusivo de bebidas alcohólicas.
Para los profesionales del marketing en Escocia, hablar sobre la prohibición de la promoción y publicidad del alcohol propuesta por el Gobierno ha sido inevitable en las últimas semanas, asegura Chris Black, director general de la agencia creativa Thirst, en un artículo para The Drum.
La propuesta se basa en la afirmación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que restringir la comercialización del alcohol es una de las mejores formas de atajar el consumo abusivo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, el director comenta que una revisión de las restricciones a la comercialización del alcohol en siete países europeos -entre ellos Finlandia, Francia, Irlanda y Suecia- publicada por Public Health Scotland en junio del año pasado, no encontró ninguna evaluación exhaustiva que demostrara la eficacia de las restricciones a la comercialización del alcohol.
Pero, ¿cuáles serían las implicaciones para el país de aprobarse la normativa?
Black recuerda que la industria de bebidas alcohólicas en Escocia destina poco más de 4.927 millones de dólares anuales a la economía del país, con una mano de obra estimada de más de 7.000 personas en más de 240 destilerías y decenas de miles más en sectores relacionados, como el turismo, las cadenas de suministro y las industrias creativas, que suponen miles de millones más para la nación.
La propuesta, que en la actualidad se encuentra en consulta pública, busca prohibir la publicidad tanto en medios tradicionales como en espacios públicos, patrocinio de deportes y otros eventos. A esto se suma la prohibición de comercializar productos «de entrada» sin o con bajo contenido de alcohol, así como la prohibición de ropa con marcas de alcohol e incluso salsa barbacoa con sabor a bourbon.
El director recuerda que Escocia tiene una de las tasas más altas de enfermedades y muertes relacionadas con el alcohol de Europa. Sin embargo, de aprobarse la ley, el país tendría que enfrentar más problemas que beneficios, asegura Black.
“Existe el riesgo de que estas grandes empresas simplemente se lleven este dinero, esta inversión y este empleo fuera de Escocia y de las destilerías y comunidades rurales a las que ayudan a prosperar, especialmente en las Highlands y las Islas”, sostiene.
También menciona que como las marcas de bebidas alcohólicas sustentan gran parte de lo que hacen las industrias creativas en Escocia, los profesionales del marketing y la publicidad abandonarán el país en masa, lo que se traduce en una fuga de talento que afectaría significativamente al país.