Con un consumidor cada vez más exigente, crear contenido que impacte puede resultar complicado, por lo que estos consejos pueden ser de gran ayuda.
El público del siglo XXI se está convirtiendo en uno más exigente, refiriéndonos a contenido. El producto no significativo es fácilmente desechado y olvidado por este consumidor, por lo que aprender a realizar contenido relevante es importante.
Ryan Stoner, group strategy de Phenomenon, es un especialista de la industria, interesado en la relevancia del storytelling en las marcas que da los siguientes 5 consejos para conseguir el agrado de sus seguidores.
Identificar un ADN
Hay que conocer el entorno en el que el público objetivo se desarrolla para que al identificar el ADN, este se relacione de forma directa con el consumidor. Así, el público del siglo XXI es uno que exige un marketing más personalizado que arremede la forma de interactuar con su vida diaria.
Hallar el diferenciador cultural
El consumidor busca involucrarse en campañas que comprendan lo relevante e importante culturalmente, por lo que Stoner recomienda comparar producciones parecidas en contenido de entretenimiento para identificar las diferencias entre sí.
Identificar y retener al público más entusiasta
Este paso requerirá tiempo y constancia para conseguir la lealtad del público objetivo, pero las ganancias serán fructíferas, pues los usuarios se convertirán en verdaderos fanáticos capaces de invertir tiempo y recurso en el producto.
“Colabore con su público, esté donde esté, festeje y hónrelo. Los Millennials quieren sentir que su contenido fue creado teniendo en cuenta sus intereses (no sus billeteras)”, aconseja Stoner.
Cristalizar las pasiones
Pese a que este paso es el más difícil de todos los expuestos, la clave para unir y cristalizar el producto con la cultura o sentir popular es ser creativo y probar, probar y probar para asegurar la efectividad.
Elevar la conversación cultural
El producto debe conectar con las conductas del consumidor para despertar su curiosidad. Ellos valoran la autenticidad y lo relevante culturalmente. Ver reflejado su entorno eleva, definitivamente, la conversación cultural, pero aun así el error que una marca puede cometer es segmentar el público dentro de la audiencia; el producto debe estar dirigido a todos ellos, basado en los puntos que Stoner aconseja.
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