La Comisión de Protección de Datos irlandesa lanza un anuncio que muestra cómo la sobreexposición digital de los menores puede abrir puertas a desconocidos y poner en riesgo su privacidad.
La Comisión de Protección de Datos de Irlanda presentó una campaña que busca frenar la normalización del sharenting, una práctica que muchos padres realizan sin medir las consecuencias: publicar fotos, rutinas, nombres y espacios cotidianos de sus hijos en redes sociales.
El anuncio coloca al espectador en una situación inquietante desde la primera escena. Una niña recibe saludos y mensajes personalizados de personas que sus padres nunca han visto. Mientras la menor actúa con naturalidad, los progenitores quedan paralizados ante la idea de que desconocidos sepan tanto sobre ella. Con esta premisa, la campaña invita a revisar qué tipo de información familiar circula en plataformas públicas.
Cuando compartir deja de ser inocente
La estrategia creativa, desarrollada en conjunto con la agencia Core, utiliza un enfoque narrativo que busca incomodar. Para lograrlo, la historia recurre a distintos momentos cotidianos, a través de los cuales se revela cómo la familia de Éabha compartió, sin intención, detalles que van desde su fecha de nacimiento hasta los lugares que frecuenta. En consecuencia, el resultado es un retrato directo de cómo los adultos construyen, casualmente, un archivo digital que alguien más podría usar con fines dañinos.
La Comisión respalda la iniciativa con un mensaje contundente: «El simple hecho de compartir información, fotos y vídeos de niños en línea puede dar lugar a una divulgación excesiva e involuntaria de datos personales, lo que, en las manos equivocadas, puede tener graves consecuencias».
Los responsables del spot explicaron que su objetivo era generar un impacto emocional fuerte, algo que, además, resulta poco habitual en campañas institucionales. En esa línea, Mark Tuthill, director creativo de Core, lo resume de forma directa: «No hay nada más dramático que saber que la imagen y los datos personales de tu hijo están siendo explotados por desconocidos».










